Deshice - Ismael López Pozo.

Deshice tus engaños,  y en la esclavitud que nocturna

para las representaciones de los señoritos

de posturas taciturnas me derretí

desatascando unos retretes en mi desencanto.


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Prendí una larga hilera de farolas

mientras yo derramando sangre mía

entre el agua de las olas del mar,

y en la luz que mataba la noche

vislumbré temores huraños.

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Quise ver con algo  que siendo algo más que mis dos ojos,

y hoy pienso que las voladas monedas bancarias

son como unas ajenas metáforas de una boca

que fingía no saber del bozal que ahora

yo vistiendo mientras tales metáforas premeditándome.

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Según algunos mi castidad eran unas escamadas piernas

que corporal parte de sirenas que surcando enfermas cabezas

mientras los oscuros carnavales

tronaron con algo de sinceridad hacia mi pecho.

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Los laureados coros narraban mi biografía

pero lo hacían con abundante forma que disfrazando

a los coristas de mi mismo,

y con todo yo aún viviendo en desplazamiento

por un túnel en que empujándome por detrás la chusma

que militarizada para el existir de tal suceso

mientras los descarados señoritos contemplándome

en la totalidad de mi vivido tiempo para saciarse.

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Yo era yo - el coronado-

hasta que la alta alcurnia económica del sol

ilegalmente vino a cambiarme, y con todo

hoy yo escribiendo vigilado mientras posiblemente

otros copiando rápidamente con sus copiosas manos

lo que yo escribiendo en este cristal controlado

tras yo escribir.

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Ismael López Pozo.

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