Ahora - Ismael López Pozo.

A " C." -por su amistad-.

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Voy a explicarte lo que ahora sucede:

mi boca es ya una herida arma

que rodean ejércitos de altas alcurnias

mientras mi tinta es como la metralla

de una sangre que ansia toda la chusma

-que me amenaza con sus cámaras

o que me usurpa tal una vez recién escribí-

y yo asomo al cuaderno en palabra

porque me azuza una voz sin dirigencia

y como tal mi pluma lanza su munición

desde la trinchera de mi garganta.

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Así todo sucede mientras me persiguen

y en efecto ya hay virulencia en mi corbata

y si lo externo ya solo binarios colores

las gentes caminan su guion de catedral

y crecen secretos espejos donde el naranjo

y nublando los vidrios de las ventanas

están enormes jaurías con sus chimeneas

donde los verdes tabacos cantan.

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La muerte pareciere un trámite hacia el consuelo

y nuevamente anda merodeando mis libros la mar

con sus mercenarios de fingidos celibatos

en esta cárcel latifundio del cortijo piramidal

y no obstante yo te quiero y si todo puede ser

yo tengo intactos vocablos de sangre intacta

y pese a que yo me hallo perseguido

por metálicas voces de huecas palabras

-con su cómplice delincuencia de juez o de policía-

puede que yo inicie una huida de definitivo final

que terminare con mi más silente secreto

y es que si en atraco vuelve el cielo todo -con su avaricia salada-

acaso ya tarde y yo ya huido en la bicicleta celeste.

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Ismael López Pozo.

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