El consejo perfecto

Me gustaría ayudarte con el consejo perfecto.
decirte las palabras exactas
las que necesitas oír para curarte.

Y si ya no me escuchas
me gustaría tocarte en el punto exacto
cual practicante de Reiki
equilibrando tu energía.

Pero para esto, para sanarte,
necesito la fórmula exacta;
aquella que me permita conocer
al menos un atisbo de tu dolor
una pizca de tu sufrimiento;
quizá tocándote la piel,
o acariciando tus manos
o repitiendo el mismo mantra muchas veces
o combinando todos ellos en una mezcla perfecta.
no lo sé, dímelo tú.

Y si descubro la fórmula,
si consigo sentir lo que sientes,
tus miedos
tus angustias
tus emociones
la intensidad de tus dolores
entonces, ya no estarás sola,
el dolor será compartido
y la fórmula
nos dará el consejo perfecto.

Sólo hay una cosa que me asusta:
si descubro la fórmula,
quizá tenga miedo de aplicarla.