Poema precipitado-.

Entre telas envainadas,
con sustentaciones marmóreas,
con incitaciones de cráneos muertos
y bocas muertas, y números sin lógica.
Lejos del reclamo, donde el alarido,
busca la perfección, y el índice de fetos,
anula su circunferencia de rosas sin premio.
Buscando azufres o líquidos detenidos,
en la perentoria mano donde se ausculta
la respiración del tórax, el encuentro de
precisos gavilanes, su alabastro interior.
Esos números, y esos cráneos, y esas bocas.
En la descrita línea, y en esas sucintas humedades,
en la abnegación de un cuerpo cuyo propietario,
busca la precipitación del águila.

Para ser un poema precipitado, no está nada mal.

Varios apuntes sobre la puntuación, el ritmo y las pausas versales:

"Esos números, y esos cráneos, y esas bocas."

Aquí me parece muy acertado.

"en la abnegación de un cuerpo cuyo propietario,
busca la precipitación del águila."

Aquí no entiendo el porqué de esa coma.

Por lo demás, las metáforas son tan dúctiles y elaboradas como nos tienes acostumbrados.

Saludos, Bienve.

Gracias Óscar, se agradecen tus comentarios pues están llenos de sensibilidad y amor al detalle. Un saludo amigo!