Súplica

El poema no tiene puntuación para darle a las palabras y los versos que lo conforman todo el protagonismor del ritmo.






El sosiego el perfume
el dulce desleírse de la luz
en este atardecer herido ya de muerte
se mezclan con ecos que llegan
de iglesias y quirófanos.

También la música desapareció veloz
al fondo de los senderos de fuego
hacia algún planeta sin alegría.

El tiempo del silencio es tan blanco
como el humo que señala otro sacrificio
como la espuma que llama
desde el centro profundo de la caracola.

Que signos que voces han de sobrevivir
a la noche que vio la destrucción
irreparable de los sueños.

Este amor seguirá encendido
después de los adioses esparcidos
en muelles frenéticos y estaciones
donde crecen árboles de hierro
vigilados por relojes sin culpa.

Hasta la idea de morir
si tu memoria atiende esta suplica
y llega hasta el lugar de la espera
será hermosa como las primaveras
que celebrábamos ¿recuerdas?
mirando constelaciones desde la azotea
que acogía las sábanas y los pecados.

Me ha gustado, pero alguna coma, mejor hubieras puesto, le daría el mismo ritmo y entonación al poema.
Saludos

Si acertaste con el ritmo, el experimento no estuvo mal. Gracias Violeta