Vuelan carreteras

Son los vientos que lindan con Junio
los que me elevan
por encima del asfalto,
y me trasladan,
a la comisura de tus labios.

Es el sonido de las golondrinas
volando cerca de mi ventana,
lo que me empujó
a hacer la maleta esta mañana.

Es la entrada en los meses de fuego
lo que hace vibrar a mi Leo.
Que en sintonía con la vida,
aumenta mi energía,
y siento
una veloz fuerza madura,
un atrevimiento pasivo,
una escultura de sonidos ya aprendidos,
una aventura con cabeza,
una duda con certezas,
y noventa noches de risas
ahora ya, sin cervezas.

Me conmueves hacia lo recordado
que a veces en suspiros se presenta,
lejos de la carne abierta.
Una senda de redención,
para poder sentirme hambrienta
de cerrar de dolor, por fin, ese cajón.

Estoy al filo de una vuelta en adelante
mirando a los días que pasaron de mi,
por delante del ángulo de la evolución
donde ya no cabe lo que antes,
me enseñó,
a ser quien ahora,
soy yo.