Mantra

Soy la patrona de mi vida.
Soy una piedra transparente.
Soy un árbol milenario.
Soy un felino poderoso.
Soy un canal de transmisión.
Soy Arte y Arte.
Soy.

Soy el piar de una golondrina pasajera.
Soy las ruedas de una maleta que por tu piel, se ha vuelto viajera.
Soy el rayo de luz que atardeciendo te desvela.
Soy tus ojos recorriendo mis esferas.
Soy las tardes de Mayo soñando tus mareas.
Soy esquiva, pero a ti, me doy entera.

Soy las vías de un tren en Enero.
Soy un campo de cardos borriqueros.
Soy una estatua encadenada.
Soy su piel en tu sudor bañada.

Soy obscena de verdades.
Soy una cuerda equilibrando realidades.
Soy Caronte vendiendo el Hades.
Soy exquisita con mis amistades.

Soy cualquier hora acabada en 22.
Soy mística y sigo a Dross.

Soy ese caballo domado.
Soy mi delito sin abogado.
Soy un escrito a ti dedicado.
Soy un corazón en esencia desbocado.
Soy un duende al arte abocado.

Soy salitre y tormentas.
Soy olor a tierra mojada.
Soy la red, de tus marejadas.

Soy amante de la vibración.
Soy esquiva a llamar la atención.
Soy devota a la interna pasión.
Soy crítica con la falsa devoción.
Soy nocturna y gracias a ello.
Acabo de escribir esta verdad, hecha canción.

HERMOSO POEMA DONDE CANTA EL YO DEL SER HUMANO

La anáfora es un recurso retórico que en algunos casos sirve al propósito de imprimir ritmo al poema, aunque hay que tener cuidado con el uso que se le da. Lo cierto es que, como figura retórica, no goza de mucha popularidad ni prestigio, y no es muy apreciada por la comunidad de poetas. Dicho con otras palabras, por lo general se la considera un recurso fácil, de principiantes. Construir todo un poema basándose en la anáfora es muy arriesgado (entiendo que el título, mantra, define todo lo demás, pero aun así...).

Una vez más, un hipérbaton innecesario:

"Soy su piel en tu sudor bañada."

Y parece que me estoy ensañando con el hipérbaton, cuando en cierta ocasión lo defendí ante Mariano, pero claro, hay que saber cuándo usarlo.

Siempre dejas caer algún verso extemporáneo, de ésos que no sabes bien cómo interpretar:

"Soy un campo de cardos borriqueros."

Por un lado, parece fuera de lugar, pero, por otro lado, le da cierta frescura y originalidad.

Saludos, Alicia.