Cuentos de infancia

A Patty, in memoriam.

¿Dónde está el cielo?
¿está, tal vez, más allá de nuestra muerte?

Me siento en tus rodillas
como se sienta el sol en la frontera,
quisiera contarte un cuento  y abrazarte,
sin embargo, nunca seremos felices para siempre
-alguna vez lo fuimos, pero estabas aquí para vivirlo-.

Caperucita me recita tu ausencia en el oído
y el lobo se come mi tristeza,
ojalá se atorase, de pena, como yo.

................................................Había una vez una madre…
...................................................que murió para siempre.

Es original acabar un poema como si fuera el inicio de un cuento, y eso hace que el tono sea, si cabe, más flébil y luctuoso. Veo que has dedicado un ciclo de poemas a Patty. Por desgracia, tú también te has especializado en las elegías.

Abrazos faetónicos.

Óscar Bartolomé Poy escribió:Es original acabar un poema como si fuera el inicio de un cuento, y eso hace que el tono sea, si cabe, más flébil y luctuoso. Veo que has dedicado un ciclo de poemas a Patty. Por desgracia, tú también te has especializado en las elegías.

Abrazos faetónicos.

Gracias por tu comentario, Óscar. El final fue la idea de la que partió el poema, ¿quién más te cuenta cuentos cuando se acaba el día?. La ausencia de alguien importante en tu vida, es algo que creo nunca se puede superar por completo, siempre te hará falta.

Besos faetrísticos.

Marisol Galarza escribió:

A Patty, in memoriam.

¿Dónde está el cielo?
¿está, tal vez, más allá de nuestra muerte?

Me siento en tus rodillas
como se sienta el sol en la frontera,
quisiera contarte un cuento  y abrazarte,
sin embargo, nunca seremos felices para siempre
-alguna vez lo fuimos, pero estabas aquí para vivirlo-.

Caperucita me recita tu ausencia en el oído
y el lobo se come mi tristeza,
ojalá se atorase, de pena, como yo.

................................................Había una vez una madre…
...................................................que murió para siempre.

Pues a mí el final me ha impactado, en su crudeza. Aunque nunca se mueran para siempre...porque siempre se quedan de alguna forma en nosotros.
Es curioso, pero, es real esa sensación de querer abrazarlos, más que cualquier otra cosa...

Un abrazo.

_María

Muy original, Marisol.

Me parece una gran metáfora sobre cómo se ve la vida cuando nos falta alguien, todo se pone del revés.

Duro final.

Un abrazo.