Se ha ido octubre

Se ha ido octubre como un manjar exhausto.

Queda la furtiva luz entre los olmos
y la ginesta verde en las orillas.

Aquí, en la ciudad, duerme el sapo en el albañal,
rodadas de autos hacia el rascacielos de veinte
o treinta pisos insomnes.

Hay un pretil sin pozo en la mina,
hay dromedarios albinos en la playa,
el rubí perdido brilla entre tus ojos
como un ángel de sangre.

Y la lluvia en el olivar,
la misma lluvia que cae sobre la pútrida fe de las fachadas,
el agua incandescente que rocía las baldosas,
que se asusta al ver la calavera del silencio.

Y lloras,
acodada en el pub,
musa de corinto,
las greñas azules despeinadas en el sol de tu vientre,
la ceniza en las pestañas se derrama como un mercurio negro
mientras la música vibra y un soliloquio irrumpe
sin palabras, sin versos, sin verdad.

Los lobos encienden sus colmillos de neón
buscando tu yugular
que brota
altiva,
parpadeante,
cósmica,
desde el centro de la noche.

Hay como dos poemas en uno, uno impersonal y contemplativo (como un paisaje) y el otro personificado en una figura femenina (como un retrato). Aunque la ambientación es la misma, el tono también difiere, estando esta segunda parte dominada por una atmósfera más sombría.

Las dos últimas estrofas suponen un giro radical. No lo digo como algo negativo, pero creo que es la ruptura más abrupta que te he leído.

El primer verso produce un efecto extraño, al menos en mí: cuando leo "manjar" seguido de un adjetivo que empieza por ex pienso en "exquisito" o incluso "exuberante". Es el típico sesgo cognitivo; en este caso, de confirmación. Pero me gusta mucho más el que has elegido: "exhausto", que es un atributo que nadie asociaría a un manjar.

Buen trabajo, Ramón.

Un gran poema Ramón. Grandes imágenes y recursos de alta calidad. Derroche de sentimiento y coherencia. Todo me ha gustado pero "Los lobos encienden sus colmillos de neón buscando tu yugular..." , es una imagen nocturna exquisita y dice tanto...¿Por qué no se me ocurrió?, es el pero que le encuentro. Jeje. Un abrazo amigo.

Óscar Bartolomé Poy escribió:Hay como dos poemas en uno, uno impersonal y contemplativo (como un paisaje) y el otro personificado en una figura femenina (como un retrato). Aunque la ambientación es la misma, el tono también difiere, estando esta segunda parte dominada por una atmósfera más sombría.

Las dos últimas estrofas suponen un giro radical. No lo digo como algo negativo, pero creo que es la ruptura más abrupta que te he leído.

El primer verso produce un efecto extraño, al menos en mí: cuando leo "manjar" seguido de un adjetivo que empieza por ex pienso en "exquisito" o incluso "exuberante". Es el típico sesgo cognitivo; en este caso, de confirmación. Pero me gusta mucho más el que has elegido: "exhausto", que es un atributo que nadie asociaría a un manjar.

Buen trabajo, Ramón.

Gracias, Óscar. Me ha gustado tu comentario. Un abrazo.

Boris Laniakea escribió:Un gran poema Ramón. Grandes imágenes y recursos de alta calidad. Derroche de sentimiento y coherencia. Todo me ha gustado pero "Los lobos encienden sus colmillos de neón buscando tu yugular..." , es una imagen nocturna exquisita y dice tanto...¿Por qué no se me ocurrió?, es el pero que le encuentro. Jeje. Un abrazo amigo.

Gracias por tu generosidad, Boris. Un abrazo.