La traición del poema

Quise verbos que dilataran las sombras,
quise un hilo de palabras insomnes
enhebrando la luz.

El blanco del papel es una hogaza de olor clandestino.
Descubro ejes en la memoria que giran igual que turbinas sin ojos,
lágrimas encendidas que iluminan los hemistiquios del tiempo.

La convivencia esgrime flores de acanto,
los adjetivos crecen en el solar vacío,
son letras que me desvirgan,
son el látigo de mi timidez.

Qué canción las esconde,
cuál es su música que deja un regusto de árbol viejo,
la raíz de la sílaba que se entrega,
natural y honrosa como un tapiz infinito
de misterio y anuncios de magma en el corazón del poeta.

Yo solo escribo pompas de aire que caen en el talud de mi vida,
leo y releo la inquietud que desconoce el eco,
lamo las heridas con la tipografía de mi insulsez,
dibujo enigmas en la cuadrícula
y acabo con el peor de los versos
el inútil poema que me traiciona.

No sé si acabas con el peor de los versos, pero el poema en ningún caso traiciona; es otra muestra de tu fecundo magín. Aquí, raro en ti, hablas sobre el mismo acto creativo.

Por cierto, me gusta el vocablo "hemistiquio".

Saludos, Ramón.

Óscar Bartolomé Poy escribió:No sé si acabas con el peor de los versos, pero el poema en ningún caso traiciona; es otra muestra de tu fecundo magín. Aquí, raro en ti, hablas sobre el mismo acto creativo.

Por cierto, me gusta el vocablo "hemistiquio".

Saludos, Ramón.

Gracias, Óscar. Hemistiquio, sí, propio de la poesía rimada que no suele ser la mía. Un abrazo.

Muy bonito poema. Me han gustado mucho algunas imágenes, como " hilo de palabras insomnes enhebrando la luz", "música que deja un regusto de árbol viejo", entre otras. Un placer leeros.