La bella durmiente

BLANCANIEVES, LA BELLA DURMIENTE
Cuento con moraleja




En el mágico espejo
su belleza admiraba;
pero una maldita noche
descubrió horrorizada
que entre sus negros cabellos
se encontraba… una cana.
Sintió el paso de los años
y exclamó desesperada:

– ¡ Daría toda mi vida
por seguir siempre tan guapa !

Su deseo se cumplió
para causar su desgracia.
En ese mismo momento
se convirtió en una estatua
del más blanco y frío mármol,
como la nieve helada.
Así se detuvo el tiempo
para mantenerla guapa.

Pasaron más de diez años
soñando que despertaba.

En una alegre mañana,
mientras brotaban las malvas,
un príncipe azul muy bueno
se enamoro de la estatua.
La besó con tanto amor
en su frente congelada
que la vida resurgió
sobre la muerte helada,
despertando del gran sueño
a su triste enamorada,
igual que surgen las flores
cuando el invierno se acaba.

Un recuerdo permanece
de esta historia encantada
para que jamás olvide
la noche de su desgracia:
toda su bella melena
desde entonces sigue blanca.
No quiere teñirse el pelo,
valora el tiempo y las canas.