Ideas clave

No sé a quién apelar,
huracanada sístole,
ni cómo conversar con este corazón.

Tú rompes el sistema,
frío como el que no se ablanda ni se arruga.

Huesos en desbandada,
jauría de fantasmas,
se alimentan igual que los vivíparos.

El agua es mi visión.
El fuego, la atracción que me atraviesa.
Mientras quede una brisa que enterrar:

Nadie será capaz de caer en erróneas conductas.
Nadie hay que asevere lo que digo.
Dos años más de vida son una eternidad,
para los que no saben de las eternidades.

El tiempo no es nada que no se pueda obviar o desterrar.
El tiempo se diseña, por invento.
El maestro al igual que los ilusionistas, no quiere desprenderse de su truco.

Maldita sea, un séquito de víctimas.
Nos han vendido humo, descubrieron la única forma que se ha visto en la vida de unificar el arte.

Somos la misma voz,
que crea el infinito.
Dispuestos a aprender de la existencia de la forma más rápida.

Cuando los sueños vuelven a vivirse,
cobra fuerza la idea, idea o serendipia.

Pero ahora coinciden - Coincidencia-,
en que el amor es más que necesario.

El único camino.
Hay demasiadas sendas que lo ocultan.

Y mañana seremos mucho menos,
mucho más.

Muchos menos.
Qué propósitos tienen las palabras.
Muchos más de los que pensaba.

No hacen daño mental o psicológico.
Tampoco dolor físico.

Producen mutaciones.
Y el cerebro computa algo que
nunca ha visto.

Pero ahí están.
El planeta se hunde, a grandes rasgos.
No reconoce ya la esperanza del hombre.

A qué se aferra.

Reconozco que tampoco he sido capaz de encontrarle el pulso a este poema. No estoy diciendo que sea malo, no, pero tengo la sensación de que le falta algo.

Saludos, Ricardo.

El amor es nuestro mayor enemigo
nos empareja con un coñito
para tener hijos lindos
volviéndonos olvidadizos.

Ya no echamos el envido
al distinguido primo
que nos puso el sino
siendo tan Divino.

No preguntamos lo mismo
tan repetido de niños
curioseando lo desconocido
y poniéndolo en compromiso.

Nos vuelve sumisos
buscando obsesivos
temblores compulsivos
de primitivos instintos.

Y nos desvía del camino
que seguimos
de chicos
tan decididos.

Nos volvemos borricos
calmando con brincos
como cabritos
picores primerizos.

Y nuestros abducidos
amos del nido
donde vivimos
pasaron por lo mismo.

Y pasan el testigo
y se quitan de improviso
el desdén del divo
que lo ideó repetitivo.

Y sienten cumplido
su destino henchidos
por sus parecidos
frutos nacidos.

Tan necios y sucintos
sin misterio recibido
del principio dicho
por el distinguido.

Y yo no soy su preferido
mas bien su enemigo
cuestiono mi ombligo
y le pregunto siendo chico.

No he crecido
no he adolecido
no me ha sumergido
en su primitivo esclavismo.

De niño a niño te digo
que me des algún motivo
para seguir vivo
en este circo.

Anda bonico
se tu mismo
sin amiguismos
y dime el motivo.

A ver si lo adivino
no tenías padrino
y tan aburrido
buscaste amigos.

Ya te vale rarito
ponte en cola rico
busco un abrigo
desde hace siglos.