Amémonos

Quizás el silencio peregrino
llegó hasta nuestros labios,
quizás ya no nos quedan  
más palabras
con las que entendernos,
quizás ya no tenga excusa
para pensar en ti
para desear decirte al oído
lo que a vos yo quisiera decir,
quizás aquella barca remera
en la que anduvimos
ya no ande  
sobre el olor a dulce mar
de tus bellos cabellos negros,
pero si con suerte
todavía te acuerdas de mí
y tus palabras vuelven a nacer
de tu boca, y tus rojos labios
y tu corazón siguen arrugándose
de vida y no de muerte
por el rio de oro rosa de amor,
entonces,
amémonos.

Un poema bonito en exceso, sobre todo cuando hablas del rio de oro rosa de amor,
besos,
Marina.

Es muy bonito...  

Transmite muchísimo, y me gusta como cierra el poema hacia el final

En general me ha parecido un buen poema, sensible y elocuente, y bien hilvanado, aunque le encuentro algún defecto, como esta cacofonía: "bellos cabellos negros".

Saludos, Roberto.