El jilguero

El pequeño de vuelos
está llegando al extremo
no para de subir sin freno
y va a caer al infierno
como en otros tiempos
que conoció el viento
y el conocimiento
y le dio tanto miedo
que volvió a su huerto
del nacimiento
sin buscar descubrimientos
por entretenimiento
alejados del suelo
que de consuelo
le dan su tiempo
y acompañamiento
como verdaderos
compañeros
que hicieron
del pequeño
viajero
en regreso
su eterno
enredo
dependiendo
de ellos
como pequeño
que por mas intentos
que pretenden ponerlo
solo en el convento
el como un cabestro
vuelve a lo mesmo
y a cubierto
sin creerlo
y a sus afectos
sin despego
que atentos
su alimento
en seguimiento
todo el tiempo
por turnos eternos
cubriendo
huecos
de relleno
con empeño
compartiendo
como abuelos
el crecimiento
de su nieto
que se hace viejo
con el complejo
contento
y verdejo
sin proyecto
de despego
y con respeto
de parapeto
siendo menos
desde cero.