EL HOMBRE CONTRA LA NOCHE

Sáb Jul 31, 2021 9:48 pm

El sol persiguiendo a las sombras
El hombre contra la noche
La mujer y el hombre juntos con la noche
Micheline

El hombre contra la noche,
la oscuridad,
los párpados pegados
los ojos desordenados,
ojos,
ojos,
llorando,
quemando.
El hombre contra la muerte.
Algunos no entienden el miedo a la noche,
sueños,
pesadillas,
Insomnio.
Los abrazos largos, no, larguísimos,
tu amor contra mi pecho
mi dolor entre tus senos.
Es hora de despertar,
la vida acecha abandona la noche, olvida sus sombras,
Yérguete y levanta el cuerpo marchito de añoranza.
Eleva tu espíritu que ansía llegar y conocer la verdad.
Calienta tu sangre contra el rocío matinal, y descansa
mira por la ventana, esos racimos de sol que el dolor teme saborear.
Y mira el dia, aunque la luz te ciega, eres un hombre contra la tormenta.
Padre, tú que siempre escuchas
Y nunca respondes,
Papa tú que siempre miras
Y nunca hablas,
Tú que apenas duermes de madrugada,
Sabes qué sucederá mañana,
Tienes algún signo, contacto o milagro entre tus manos de dedos anchos.
Soy un niño quizá demasiado serio,
yo antes reía a espuertas,
ahora ni duermo ni sueño, ni rio.
La noche es larga. Tiene huecos suficientes para huir
por donde quieras.
La noche es oscura y fria, siempre desnuda te ofrece sus pechos y sus celos del dia, sal a la luz de la alegría.
No es verdad que seas un niño triste, solo es que te perdiste.
Dormida el alma, lloro como un niño sin juguetes, sin tobogán, sin tierra, sin pan.

La noche no abandona,
suelta su manada animal
brutal agotada y
se duerme en mi almohada,
cantándome una nana.
Siento en mi, todos los dolores que me acechan,
las ideas turbulentas que mi cerebro ciegan.
Es cierto que siento todavía,
la lanza en la herida.
Es cierto que el dolor me tiene preso de desesperanza.

Yo sé que tú me comprendes sin palabras sin dientes, porque me observas en mitad de la noche y no preguntas porque no sabría contestarte.
Hoy he soñado entre zarzales húmedos y ebrios de frutos rojos.
Hoy he soñado con el dolor errante,
ese a veces ausente,
las más eterno y doliente.
Yo sé que tu me comprendes
porque reconoces el cambio
si busco al que fui no lo encuentro,
soy otro hombre, menos enfermo más humano, creo,
cuando pueda con la noche seré eterno, infinito en tus manos, dulce en tus labios,
Interminable en tu beso, seré otro, pero también te quiero.

Cuando la noche duerma en silencio seré yo, otro, nuevo.

Hay noches oscuras como cuevas e infiernos calientes como volcanes, donde los sueños se derriten y se vuelven grises.

La lluvia anega los cuerpos vencidos por el tedio
La lluvia no cura
la lluvia purifica
oxida el alma
El cielo de ceniza
anuncia la lluvia.

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