Cálculo de probabilidades

Dios te escribió con el trazo imperfecto de la carne
y la ciencia (del sueño) obró el milagro de resucitarte.

Cuando el tiempo era un espacio en blanco
en la blanca espuma de la vida
y la primera luz aún no había prendido
con la incipiente promesa de un parto,
yo ya escuchaba tu vientre de alondra
revolotear
en el silencio antojadizo de lo por venir,
y podía reconocerte –sí, podía–
en cada uno de sus minúsculos latidos,
como esas canciones que ya sonaban
mucho antes de yo nacer, y que uno pensaría
que fueron expresamente escritas para él.

–qué fácil es dejarse engañar
por la ilusión de un destino amable y bondadoso–

Cuando el mundo era demasiado joven para contarlo
y ni los pájaros musitaban su eterna migración
de tantos y tan largos veranos, yo ya sabía
que de entre todo ese abanico de probabilidades
tú eras el número más real, el boleto premiado
en mi desafortunada lotería.

Desolador, es un poema que está escrito en la imprenta de la desesperanza. Cómo no reconocer el sentimiento de saberse hecho para alguien, y solo para ese alguien saber que se ha nacido. Eso tiene que ser el amor.

La introducción es espléndida:
Dios te escribió con el trazo imperfecto de la carne
y la ciencia (del sueño) obró el milagro de resucitarte.


La estrofa final es el culmen de la devastación.
yo ya sabía
que de entre todo ese abanico de probabilidades
tú eras el número más real, el boleto premiado
en mi desafortunada lotería.

Abrazos trísticos.

Marisol Galarza escribió:Desolador, es un poema que está escrito en la imprenta de la desesperanza. Cómo no reconocer el sentimiento de saberse hecho para alguien, y solo para ese alguien saber que se ha nacido. Eso tiene que ser el amor.

La introducción es espléndida:
Dios te escribió con el trazo imperfecto de la carne
y la ciencia (del sueño) obró el milagro de resucitarte.


La estrofa final es el culmen de la devastación.
yo ya sabía
que de entre todo ese abanico de probabilidades
tú eras el número más real, el boleto premiado
en mi desafortunada lotería.

Abrazos trísticos.

Ciertamente, es un poema muy desesperanzado, tanto como espiritual, y una vez más, cosmoagónico. El amor existe más allá del tiempo y su sincronía, como esas canciones que sonaban mucho antes de que naciéramos.

Muchos abrazos, Marisol.

Óscar Bartolomé Poy escribió:Dios te escribió con el trazo imperfecto de la carne
y la ciencia (del sueño) obró el milagro de resucitarte.

Cuando el tiempo era un espacio en blanco
en la blanca espuma de la vida
y la primera luz aún no había prendido
con la incipiente promesa de un parto,
yo ya escuchaba tu vientre de alondra
revolotear
en el silencio antojadizo de lo por venir,
y podía reconocerte –sí, podía–
en cada uno de sus minúsculos latidos,
como esas canciones que ya sonaban
mucho antes de yo nacer, y que uno pensaría
que fueron expresamente escritas para él.

–qué fácil es dejarse engañar
por la ilusión de un destino amable y bondadoso–

Cuando el mundo era demasiado joven para contarlo
y ni los pájaros musitaban su eterna migración
de tantos y tan largos veranos, yo ya sabía
que de entre todo ese abanico de probabilidades
tú eras el número más real, el boleto premiado
en mi desafortunada lotería.

Es un poema triste y desesperanzado, a veces la vida se nos muestra así, pero, a veces también como citas en tu comentario a Marisol como dices en el precioso final de tu poema, uno cree que todo estaba ya escrito, que el destino era precisamente éste, yo no sé explicarlo, pero a veces he tenido esa sensación, una parte de mí no renunciaría jamás a ese destino.

Abrazos.

_María

María,

si pudiera cambiar el destino, claro que lo cambiaría. Si pudiera volver atrás, claro que volvería. Pero al final sucede como en mi microrrelato 'Déjà vu'. El pasado es inalterable. Lo único bueno que se puede decir es que todo lo que nos ha ocurrido nos ha hecho lo que somos.

Un fuerte abrazo.

Si mucha verdad es lo que expresas, si pudiéramos cambiar el destino, volver atrás,
ojalá se pudiera, pero desgraciadamente no se puede.
Un poema estremecedor
Un abrazo sincero

Violeta escribió:Si mucha verdad es lo que expresas, si pudiéramos cambiar el destino, volver atrás,
ojalá se pudiera, pero desgraciadamente no se puede.
Un poema estremecedor
Un abrazo sincero

No podemos volver atrás, y tampoco debemos quedarnos atrapados en el pasado. Así pues, mirar hacia el frente es casi una obligación para sobrevivir, sabiendo convivir con el recuerdo, reconciliándose con esa memoria que a menudo tanto nos hiere.

Un abrazo, Violeta.

Sin concesiones a una falsa esperanza es hierro duro como la vida misma, pero hermoso porque así se presenta la poesía.

Me gustó leerte Óscar

Saludos

Raúl Muñoz escribió:Sin concesiones a una falsa esperanza es hierro duro como la vida misma, pero hermoso porque así se presenta la poesía.

Me gustó leerte Óscar

Saludos

Muchas veces es difícil, casi imposible para quien esto escribe (y sé que no soy una excepción), separar la poesía de la tristeza, pero la tristeza se manifiesta de muchas formas, y no siempre con desesperación.

Saludos, Raúl.