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Sucede - Ismael López Pozo. Empty Sucede - Ismael López Pozo.

Jue Sep 16, 2021 3:20 pm

Sucede que me invade la muerte o que me consumo

en el centro de mi ser cuyo grave retrato

es este sueño de mundo opaco.

Sucede que mi alma está apagada

como una estrella que arde

perdida en el laberinto de un pantano.

Sucede que trino o que tengo ya

necesidad de ti o que quiero ser

la universidad de tu palabra

para que me estudies tranquila

y para que así también me enseñes a escribir

el sendero en olas del mar secreto que se me escapa

por la sal que alzará mi vida lejos del célibe celaje

de la oscuridad ignorada de mis ojos

que últimamente del cansancio solo miran

fijamente el eco en letanías de la niebla

que esconde en su interior el amor de un niño muerto

que añora la inmensidad incierta de su ceguera

y que no encuentra en su búsqueda

el alivio roto a este tiempo.

.

Sucede que me despierto de un sueño en bofetadas

o que al menos eso intento; sucede

que abandono esta guerra por momentos

para aplacar el grito de tu queja que me asola:

sin suerte, sin encontrarte, yo intento buscarte

porque quiero que tu ternura ausente no me duela

y hacer presente esa misma ternura tuya

que va al asalto en un atraco de metáforas

prefijado por tu voz que me aguarda tras tu ropa.

.

Sucede que eres bella y que rielas deslumbrando

mi sombrero con el brillo que reflejas y en que estás

cercándome en tu conquista que me ataca de soslayo.

Sucede que tu avance mortal referencia verdes

que van a romperse en blancos que anuncian

la mercancía de mi boca, sacrilegio

del pronombre que pone nombre a tu sombra.

.

Acaece que mi corazón es el espejo desamparado

de tu rostro que talla a golpes de aire

una esperanza ruda y muy alada que va al galope

que manejo con las riendas de tus besos en manada

que se queda, que no se marcha con tu amor

a un universo paralelo.

.

Sucede simplemente que deseo ver tu luz

y que agudo apunto con mi canto a tu farola

cuyo resurgir me incita a derretir -con el calor en ascuas

de esa misma hirsuta luna nocturna mía-

el desconcierto del desierto que anida en mis huesos

para que luego tú, con ellos derretidos,

te vistas de novia en nuestra boda.

.

Para explicarte lo que es mi alma desnuda

sucede de repente que te vuelves blanca

y que te subes y que te bajas repetidamente,

y que me subes y que me bajas repetidamente,

mientras mi verso de camino recto explota rocas

en el anhelo de este sueño en que olvido

el presente de tu ausencia azul

que inunda mis pestañas tristes.

.

Sucede que no sucedo si no te dejas morder

y que si adentro de tu cuerpo pienso el mío

yo sucedo.

Sucede que quiero suceder contigo

a la vez de que quiero que suceda

que tú sucedes también conmigo.

Herir mi muerte y desenterrar salitre de su fosa

hasta llegar al final de mi timidez roja que clama

los espasmos de mi espanto para coronar la isla

de tu hermosa risa de mariposas.

.

Sucede que, sin más, quiero que suceda:

colocar en mi tumba de carne hueca

toda mi sangre en trampa, una red

para atrapar tus labios e ir de tu mano

a penetrar el mar telúrico de sigilo

sobre mi velero duermevela que soporta

el peso áspero de las horas de la muerte,

sonido que se eleva sin mi ego.

.

Sucede que quiero odiarte a muerte y amarte a fuego

en el incendio en el que pronostico

mi nacimiento en ti. Yo para nacer así

rápido y sin miedo corro buscando la palabra

capaz de traspasar las fronteras de tu alma,

toda una patria bautizada con tu nombre,

país para la mocedad de tu alma niña

que se exhalaba y se exiliaba hace ya tiempo sin mí

en una bacanal.

.

Sucede que me oxida mi soledad

y que poder escribirte es un placer, un consuelo digo:

a veces, y solo a veces, la bondad de mi pluma

es la hazaña con que abrazo tu cuerpo

que se me desnuda. Las otras veces, las que más, digo,

escribir ha sido la tarea de mi barco solitario

que navega bajo su dura carga de tormentas,

mortal condena de línea pulcra e indecible

que vislumbra pesado su pasado sin vida

en cuyo fin aparco la dignidad del alma, brutal

renglón y respaldo holgado para tu cuaderno

que vasto ya tira rimas y hace llorar

incluso en la ciudad más alta de poetas

lo que ellos llaman la posición soberbia de mi palabra

en cuya intimidad, en secreto, guardo

en el oscuro rincón inmenso de esta alma

el misterio del más alto cielo que diviso, el resultado

del océano en guerra que campean mis miradas

empapando mi calendario de verdades hirientes,

de horarios inmensos y cambiantes

de inefable e implacable sufrimiento

que miente su consuelo de silencio

en un verbo pálido.

.

Sucede que pienso que me piensas al filo

de mi amor en que comienza otro rastro

de nube que crece enorme conforme a te rezumo vivo

entre el humo de mi chimenea de delirios

que quieren rozar tu piel solar de inocente alba

que atrae, alumbra y calienta su reflejo, yo

que me sueño viviendo en la mitad de tu todo,

lugar del encuentro en que los dos

somos siendo un uno de sí mismo.

.

Sucede que me aguardas pero callas

y que seguramente te has oscilado

por la vertical con el recuerdo de mi forma

que es infiel cual una alondra y leal cual un guardián

feroz en el instante en que protejo

mi desván de sílabas que se abren paso

entre aullidos de leones y de lobos

a los que venzo conservando mi espada intacta

que imagina que yo imagino que tú imaginas

a mis páginas de estrofas sumergirse en ti, yo

que me hundo en ti sin notas tristes

para ver disfrutar tu naturaleza a quemarropa

que es como veo pasar tu dedo por la primera

hoja del libro de tu umbral.

.

Sucede que te quiero al compás del viento

que me agita y me roba estos suspiros

que van cayendo blancos desde la cumbre

de incertidumbre en que nacen a la par

se recompone el papel de sus pedazos,

las vías de este tren en las que te escucho y te descubro

en la lumbre que fundo a la entrada de tu guarida

que me resguardará para evaporar y sudar contigo

los llantos de esta pena que crece en la distancia

que nos separa, fatal carencia de huellas que aparecen

en los surcos de mis lágrimas que tiemblan

el agua de esta lengua que te hiende del frío

del zulo que no duda del idioma del latido que la impulsa

a someter tu candor irresistible al asedio

de mi ritmo cálido, de esta leve orquesta

de rimas en las que me vivo en ti a puñaladas

que desgarran el timbre invisible de la creación

de tu habla en una playa de salivas

que es una boca de diez labios, un aquelarre

versal que proclama tu caracola en eco de amor

mientras tú gimes.

.

Sucede sucediendo que no estás y que despierto

de las bofetadas de este sueño que tu vida a lo lejos me dejó:

afuera de lo real, de mi burbuja, todo es jungla:

pelota rondando olvidos del amor.

Sucede que al compás del tiempo planeo mi huida

de esta cárcel de hologramas espirales

y al margen del desconcierto, en el papel

ofrezco mi espíritu a la luna

e impregno el vacío opaco con su utopía.

Sucede que el aire oxida aquí mis latidos

de ausencia en la barrera temporal

mientras tu alma relincha y exhala sin vida

entre la manada muda y oculta de la muerte

de una noche lejana, patíbulo de tu nido

que busca mi cormorán ciego de andar exiguo.

Sucede que me ensueño en ti, en mi locura

que quiere vivir tu cordura a su manera

para bañar este cuerpo en el mar

de la playa que no alcanzan los solapados náufragos

que alimentan mi venganza de horas

en olas de caricias y de besos con los que tú

me esperas.

.

- "Link para ver el video del poema recitado":

https://www.youtube.com/watch?v=jdoBRrwTS4A&t=1s

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Ismael López Pozo.

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