PARA EVA

A lo largo y ancho de esta flor
voy descubriendo tus párpados.

Bordeados de pestañas, infinitas,
espesura proyectada
en aleteo elocuente,
celosía que protege
de los rayos negros, profundos,
que con la presencia firme
de los ojos de la infancia
van clavando en el presente
los momentos y la gracia
que me concedió Afrodita.

Luego los besos
y el desmesurado abrazo
que nos convierte en cobijo,
hija, cachorro y madre arrulladas
en el frescor de un capullo.

Observo, por tu avatar y por tus versos, que te gusta la mitología griega, un aroma clásico.

En este poema hay algo de 'El nacimiento de Venus', un sutil erotismo y una cadencia acompasada.

Me parece arriesgada (no diré errónea) la aliteración "arrulladas/capullo", y más teniendo en cuenta la polisemia de este último vocablo.

Saludos, Beatriz, y gracias por compartir.

Gracias por el comentario Óscar, hasta hoy no he podido responder. Es muy bonito lo que dices del nacimiento de Venus y todo lo demás. El poema está dedicado a mi hija, va más de ternura que de erotismo, pero la relación de una madre con sus hijos (sobre todo cuando son pequeños) es muy física, y de enamoramiento absoluto.

Totalmente de acuerdo con lo de "capullo", creo que más por la aliteración que por la polisemia. Cuando se lee en voz alta, sencillamente suena mal, pero era la imagen que tenía y salió así.
¡Saludos!

Aunque la palabra "capullo", efectivamente, es arriesgada en un poema, aquí me parece que tiene sentido y le da a ese verso final un toque de originalidad. Es un poema muy bonito, muy tierno. Formalmente también me parece acertado. Felicidades y un saludo.

Expresas con total acierto ese amor tan puro de una madre hacia su hijo.
Ese mirar que tenemos en el silencio, ese contemplar nuestra vida hecha de carne y hueso. Precioso.

Gracias por leer y comentar Ramón y Hotaru, disculpad que tarde en contestar. ¡Me alegro de que os haya gustado!
Saludos