Ángel arrebatado-.

Ese combate neutro de azaleas y dientes.
Mirad! Cómo penetran mutuamente axilas
y vísceras diminutas. Son tan febriles
que proyectan su eterno divagar entre manos
obsoletas. Cuerpos enfrentados, arenas diversas.
Culminando su elipsis sin dimensión. Cuerpos
a las arenas, sombras sin vacuidad, reinos vegetales.
Pero no muestran, en su éxodo líquido, partículas
de luz o agua. Entre las piernas, consumaciones de radios
invertebrados. Relámpagos y ángeles dispersos por las
avenidas tumultuosas, alguien que mira, y encuentra,
la división de un cuerpo y de su alma.
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Aquí me quedo con la expresión "sombras sin vacuidad". Tampoco está nada mal "éxodo líquido". Hay algo trascendente en estos versos, como una lucha entre lo humano y divino. Todos combinamos ambas vertientes. Sueles principiar bien los poemas, como in medias res.

Saludos.

Mi propósito, como en otras ocasiones, era potenciar las posibilidades del lenguaje poético en este poema, dando como temática, el clásico motivo de ser separado de su esencia, tan romántico. No sé si lo conseguí, gracias por tu comentario, saludos-.