Vienen los bosques-.

Proceden los bosques.
Tan invisibles e imperceptibles
a ellos mismos. Vienen, vienen,
los bosques. Como renacidas gusaneras,
como invitaciones intangibles que escombros
reducidos, mantienen presas en sus delicados
ombligos. Vienen, vienen, los bosques
ignífugos. Conformando, desvaneciendo
siluetas de pájaros en alternancias volubles
de delgados confabulaciones. Hablan, explicitan
los bosques, sus teoremas imbatibles. Bosques
como cruces, que investigan la laxitud de tu cuerpo.
En la luz de un instante, en lo súbito del sauce.
Vienen, vienen los bosques!

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Y los bosques parece que se mueven como en 'Macbeth'. Aquí vuelves a emplear ese lenguaje iterativo del que te hablé anteriormente, y creo que con fortuna. Las repeticiones sugieren algo cíclico, con un punto de locura. Remiten a la figura del laberinto.

Saludos.

No lo sé Óscar, a ciencia cierta, mi estilo fluctúa entre mis imperiosas necesidades de comunicación intermitente y mis influencias más obvias y evidentes; Neruda, Lorca, y el ya mencionado Aleixandre, entre otros. De todos modos, yo prefiero a Luis Cernuda. Un saludo!