Musical-.

Mienten con verbos, los espectros avaros
del tiempo y su locura. Mentiras
y esqueletos que comban el aire
de las noches altas de cordilleras
elegantes y sucias. Luces de marinero
que se agitan como claveles sonrosados,
mustias músicas del ayer eternamente
hibernado. Soledades del plantel
de las acacias orillado. Vierten
en la cima de los sonidos, bocas
de azucena y dormidos astros fugitivos.
Culebrean allí y allá, los demonios ficticios
de las praderas incendiadas de abrojos insuficientes
y cúspides secretas. Serenamente
ocultas, la verdad y la belleza, se pierden
en el mármol sin ojos de la oscura gata
de celofán incauto. Mientras latidos
de corazón absorto, adquieren tonalidades
de horizonte partido y sin leyenda.


Mueren los siglos por tus labios. Por
tus labios de aceitunas insalubres.
Las hojas siguen su curso de helecho
nocturno y gigante.
Muere todo, cursos, designios,
incluso, montes y sedimentos.
Abotargados tubos de sangre,
bromas en el patio, y colegios
sofisticados. A la altura del zapato,
bromeo sobre los pedestales,
y vigilo reptiles, lechuzas y lagartos.
De piel y de hambruna, se apaciguan
los jazmines secos de los lechos mansos.
Duermen a la vera de una cruz siempre ajardinada.



Me perdonaron que tuviera cuerpo,
los astros imbéciles de mi piel en reposo.
Yo llameaba de locura, de locura en el fondo
del vaso de condena y de alabastro.
Rufianes a izquierda y a derecha
danzaban bailes de sepulturas azabaches.
Recuerdo el clima y la vegetación,
aquellos nocivos instantes. Mi cuerpo,
lápida de los moribundos desastres.
Cuerpo de torres y nubes, de nueces seminales.
Tu corazón y la orquesta del verano:
simiente negra de los ríos volátiles.

"Mueren los siglos por tus labios. Por
tus labios de aceitunas insalubres."

"Cuerpo de torres y nubes, de nueces seminales."

Consigues unas metáforas interesantes en este poema de mayor recorrido. Me gusta esa veta simbolista aderezada de cierto malditismo. Un buen ejercicio de creatividad.

Saludos.

Malditismo, jaja, me hiciste gracia, gracias y gratitud, saludos Óscar!