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La pastorcita
Sáb Feb 18, 2023 10:56 am
La pastorcita
Sagrario era una niña , hija de un humilde pastor, según decían nació muy bonita.
Ella se llamaba Sagrario porque así lo dijo su prima que era 8 años mayor que ella.
Nació en 1955 un día de San Fermín, en Consuegra (Toledo) bueno os diré que esa niña soy yo y os quiero relatar algunas cosas de mi vida; aquellos tiempos eran difíciles y mi padre tuvo que irse con su mujer y su hija a otro pueblo de pastor a ganar más dinero.
Solo tenía 18 meses cuando me llevaron a otro pueblo de Toledo, este pueblo se llama Villanueva de Bogas. Bueno ahí casi nacieron mi hermana y hermano, digo casi porque mi madre se trasladaba a Consuegra para tenerlos para que así todos sus hijos fueran del pueblo como sus padres y demás ascendientes para así tener las mismas raíces. Guardo muchos recuerdos de Villanueva de Bogas a pesar de mi corta edad.
Aunque parezca mentira como hasta los 18 meses no comencé a caminar recuerdo vivir en una casa que ahí mismo había una quesería donde hacían quesos. La quesera vivía ahí también y me quería mucho.
Bueno pues recuerdo ir a gatas hasta la puerta de la calle donde había como un banco hecho de cemento y ahí me sujetaba y me ponía de pie, así fui perdiendo el miedo por que era muy miedosa.
De esa casa fuimos a vivir a otra donde estaba también el corral de las ovejas, mi madre sufría por que la cama de mi hermana y la mía era como un banco de cemento y encima había un colchón de las hojas de la panocha del maíz, era tan estrecho que dormíamos cada una en una punta o sea pies contra pies, y a consecuencia de vivir cerca del establo de las ovejas las pulgas nos picaban, incluso recuerdo a mi hermana con 3 años o menos coger algún ratón de un agujero que había cerca de la cama los cogía del rabo y decía contenta tengo un pipi, mi madre decía anda echalo al corral no ves que es un ratón.
Así iba transcurriendo mi vida tuve suerte de que otra familia que eran pastores eran muy buenos amigos nuestros y ellos vivían al lado de un colegio y aunque no teníamos edad para estar en él nos llamaban para que estuviéramos recogidos era como una guardería que le vino muy bien a mi madre ya que en aquellos tiempos ya éramos tres hermanos la mayor con menos de 5 años y el menor de meses.
Y mi padre padecía de ataques epilépticos, así que mi pobre madre lo sufría y encima criando a sus hijos. Pero mi madre era una mujer como se decía entonces muy campechana y hacía muchas amistades y si necesitaba ayuda acudían a ayudarla.
Una vez por curiosa me subí a un carro y lo puso en marcha su dueño y según andaba me puse en la parte de atrás para ver cómo rodaban las ruedas, y hay de mi el carro se echó para abajo y caí de cabeza, la cara se puso echa un Cristo y mi madre me dijo metete en la cama que como llegue tu padre encima te dará de azotes así que con todo mi dolor me metí en la cama hasta el día siguiente,
que ya sin remedio me levanté y al verme mi padre me dio una buena regañina pero no me pego, ¡menos mal! Porque ya era lo único que me faltaba para estar más dolorida.
Me gustaba mucho ir a un terraplén que estaba cerca de casa, ahí se oía muy bien el eco y escuchaba el eco de un cuco, yo le imitaba y decía, cucú cucú…
Así me pasaba largo tiempo, además divisaba una gran llanura y como me gustaba mucho la naturaleza lo disfrutaba mucho.
Con menos de 3 años iba a comprar a la tienda de ultramarinos y hacía gracia a la tendera porque decía quiero medio kilo de gagansos, no sabía decir correctamente garbanzos.
Tengo también recuerdos de ir a la tahona que siempre había un olor muy rico a pan recién hecho, y a veces el panadero al ver lo que me gustaba el olor y comer el pan me decía ven entra a ver como se hace para mi era fascinante ver amasar el pan y como lo metían en el horno de leña y lo sacaban con aquella pala de largo mango, a veces incluso me regalaba un panecillo y que contenta me ponía.
Otras veces para Navidad iba con mi madre a la tahona para hacer dulces típicos de Navidad pastas, sequillos y mantecados, bonitos recuerdos…
Una nochebuena decidieron hacer una cabalgata de reyes Magos llegaron en un remolque su dueño era uno de los ricos del pueblo.
Mi madre me dijo: Tienes que pensar en una canción de Navidad para cantar a los Reyes Magos, enseguida la pensé por que me gustaba cantar canciones de Navidad, los vimos llegar y yo estaba emocionada de pensar que me iban a regalar.
Comenzaron a nombrar cuando me toco a mi me puse nerviosa y me preguntó el rey era el rey Melchor has sido buena este año yo con voz temblorosa le dije si eso dice mi madre, entonces me dijo si me prometes que vas a seguir así te daré este regalo pero antes me tienes que cantar una canción, yo casi llorando le cante esta canción…
Ya vienen los Reyes Magos caminito de Belén… Y como vio que no iba a terminar por que ya estaba a punto de llorar me dijo muy bien ten tu regalo, fui hasta mis padres lo abrí y vi una cestita de mimbre muy pequeña y llena de mazapán, que contenta me puse.
A mi hermana le regalaron lo mismo que a mi y a mi hermano como era pequeño solo unos calcetines.
Pero algo me llamó la atención al hijo del dueño del remolque como eran ricos le trajeron un caballito de madera, al ver eso dije a mi madre que los Reyes Magos son injustos, son malos, dijo mi madre porque dices eso ¿no estás contenta con tu regalo?
Yo contesté, sí me gusta mi regalo pero no es un juguete y a ese niño le traen un caballito de madera y a mi hermano solo unos calcetines, imagino a mi madre no sabiendo qué responder, dijo bueno es que será porque han llegado en el remolque de su padre yo en mi corta edad contesté sigue siendo injusto eso, y así quedó esa noche
el niño con su caballito de madera y nosotros con las cestitas de mazapán y los calcetines de mi hermanito.
Sagrario era una niña , hija de un humilde pastor, según decían nació muy bonita.
Ella se llamaba Sagrario porque así lo dijo su prima que era 8 años mayor que ella.
Nació en 1955 un día de San Fermín, en Consuegra (Toledo) bueno os diré que esa niña soy yo y os quiero relatar algunas cosas de mi vida; aquellos tiempos eran difíciles y mi padre tuvo que irse con su mujer y su hija a otro pueblo de pastor a ganar más dinero.
Solo tenía 18 meses cuando me llevaron a otro pueblo de Toledo, este pueblo se llama Villanueva de Bogas. Bueno ahí casi nacieron mi hermana y hermano, digo casi porque mi madre se trasladaba a Consuegra para tenerlos para que así todos sus hijos fueran del pueblo como sus padres y demás ascendientes para así tener las mismas raíces. Guardo muchos recuerdos de Villanueva de Bogas a pesar de mi corta edad.
Aunque parezca mentira como hasta los 18 meses no comencé a caminar recuerdo vivir en una casa que ahí mismo había una quesería donde hacían quesos. La quesera vivía ahí también y me quería mucho.
Bueno pues recuerdo ir a gatas hasta la puerta de la calle donde había como un banco hecho de cemento y ahí me sujetaba y me ponía de pie, así fui perdiendo el miedo por que era muy miedosa.
De esa casa fuimos a vivir a otra donde estaba también el corral de las ovejas, mi madre sufría por que la cama de mi hermana y la mía era como un banco de cemento y encima había un colchón de las hojas de la panocha del maíz, era tan estrecho que dormíamos cada una en una punta o sea pies contra pies, y a consecuencia de vivir cerca del establo de las ovejas las pulgas nos picaban, incluso recuerdo a mi hermana con 3 años o menos coger algún ratón de un agujero que había cerca de la cama los cogía del rabo y decía contenta tengo un pipi, mi madre decía anda echalo al corral no ves que es un ratón.
Así iba transcurriendo mi vida tuve suerte de que otra familia que eran pastores eran muy buenos amigos nuestros y ellos vivían al lado de un colegio y aunque no teníamos edad para estar en él nos llamaban para que estuviéramos recogidos era como una guardería que le vino muy bien a mi madre ya que en aquellos tiempos ya éramos tres hermanos la mayor con menos de 5 años y el menor de meses.
Y mi padre padecía de ataques epilépticos, así que mi pobre madre lo sufría y encima criando a sus hijos. Pero mi madre era una mujer como se decía entonces muy campechana y hacía muchas amistades y si necesitaba ayuda acudían a ayudarla.
Una vez por curiosa me subí a un carro y lo puso en marcha su dueño y según andaba me puse en la parte de atrás para ver cómo rodaban las ruedas, y hay de mi el carro se echó para abajo y caí de cabeza, la cara se puso echa un Cristo y mi madre me dijo metete en la cama que como llegue tu padre encima te dará de azotes así que con todo mi dolor me metí en la cama hasta el día siguiente,
que ya sin remedio me levanté y al verme mi padre me dio una buena regañina pero no me pego, ¡menos mal! Porque ya era lo único que me faltaba para estar más dolorida.
Me gustaba mucho ir a un terraplén que estaba cerca de casa, ahí se oía muy bien el eco y escuchaba el eco de un cuco, yo le imitaba y decía, cucú cucú…
Así me pasaba largo tiempo, además divisaba una gran llanura y como me gustaba mucho la naturaleza lo disfrutaba mucho.
Con menos de 3 años iba a comprar a la tienda de ultramarinos y hacía gracia a la tendera porque decía quiero medio kilo de gagansos, no sabía decir correctamente garbanzos.
Tengo también recuerdos de ir a la tahona que siempre había un olor muy rico a pan recién hecho, y a veces el panadero al ver lo que me gustaba el olor y comer el pan me decía ven entra a ver como se hace para mi era fascinante ver amasar el pan y como lo metían en el horno de leña y lo sacaban con aquella pala de largo mango, a veces incluso me regalaba un panecillo y que contenta me ponía.
Otras veces para Navidad iba con mi madre a la tahona para hacer dulces típicos de Navidad pastas, sequillos y mantecados, bonitos recuerdos…
Una nochebuena decidieron hacer una cabalgata de reyes Magos llegaron en un remolque su dueño era uno de los ricos del pueblo.
Mi madre me dijo: Tienes que pensar en una canción de Navidad para cantar a los Reyes Magos, enseguida la pensé por que me gustaba cantar canciones de Navidad, los vimos llegar y yo estaba emocionada de pensar que me iban a regalar.
Comenzaron a nombrar cuando me toco a mi me puse nerviosa y me preguntó el rey era el rey Melchor has sido buena este año yo con voz temblorosa le dije si eso dice mi madre, entonces me dijo si me prometes que vas a seguir así te daré este regalo pero antes me tienes que cantar una canción, yo casi llorando le cante esta canción…
Ya vienen los Reyes Magos caminito de Belén… Y como vio que no iba a terminar por que ya estaba a punto de llorar me dijo muy bien ten tu regalo, fui hasta mis padres lo abrí y vi una cestita de mimbre muy pequeña y llena de mazapán, que contenta me puse.
A mi hermana le regalaron lo mismo que a mi y a mi hermano como era pequeño solo unos calcetines.
Pero algo me llamó la atención al hijo del dueño del remolque como eran ricos le trajeron un caballito de madera, al ver eso dije a mi madre que los Reyes Magos son injustos, son malos, dijo mi madre porque dices eso ¿no estás contenta con tu regalo?
Yo contesté, sí me gusta mi regalo pero no es un juguete y a ese niño le traen un caballito de madera y a mi hermano solo unos calcetines, imagino a mi madre no sabiendo qué responder, dijo bueno es que será porque han llegado en el remolque de su padre yo en mi corta edad contesté sigue siendo injusto eso, y así quedó esa noche
el niño con su caballito de madera y nosotros con las cestitas de mazapán y los calcetines de mi hermanito.
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