La pérdida-.

Escuché un temblor.
La pista de acero, el
bote inquieto titubeando
cerca del vallado. La trivialidad
consumada. El suicidio
del anarquista. Pan de hoy.
Hambre de mañana. Sorteando
lejos los hombros derruidos
y silenciosos del ayer. Oí
un disparo, el detonante,
la fábrica de chocolate siempre
tersa y tierna, el invadir de tropas
acuciadas por el vértigo y el pánico,
a partes iguales. Un pez
de rosácea mejilla boqueando
inútilmente. A través del cristal
un acuario inoportuno. La ambrosía
hecha líquido funesto. Siempre
las flores que están vivas. Y el agua
que discurre, tranquila. El vallado
cerca de lo olvidado. La calenturienta
mente atrapada en frascos de cristal.
Formol y acontecimientos. Presidios,
locura o desazón, fenómenos transitorios.
Evanescentes. Luces líquidas que atraviesan
paredes de ojos despiertas. Una salvación
nunca producida. El envés de una enagua
caracterizada por amistades endebles. Tu
ecuación matemática siempre dispuesta
a parecer rosa o sarcasmo. No sé escribir,
¿me das la lectura? Señor de los cien granos
de trigo abierto y esplendoroso. Espigas
por doquier. Mi escuela y la tuya, tan próximas.
Distantes hojas del calendario, el llanto que es flor
de un día en las llamas del aviso. Alerta
la lucha cambia, propaganda pública. Caín
desdentado. Espalda hambrienta
de hambre y tentación. Caín avaro,
Abel mezquino y cobarde. Tuya
es su canción. Rey de los dinamiteros.
Tuya es su implosión. Estallido
o delectación de sombras que proponen
reuniones apócrifas. Puedo fallar y lo haré.
Puedo amar y lo haré. Produciré un artefacto
único, capaz de evitar el dolor. 31/05/16©

Una gran condensación de imágenes de todas las formas y colores. Lo que más me ha gustado es el cierre, junto con estos versos:

"Luces líquidas que atraviesan
paredes de ojos despiertas."

Saludos.

Gracias Óscar, saludos!