Mis viajes-.

Repitiendo el mismo viaje circular
conteniendo respiraciones y oleajes
y mortecinos iris perpendiculares,
así transcurre el odio inveterado y la
industria exigente que existe en mí,
por proféticos alimentos diarios que vencen
tedios y oportunismos líricos de la crucifixión
ácrata. Vestigios compulsados que inician
en el olfato tristes lenguas desaforadas, invitando,
noche ciega o perfume distorsionado, a flores de martirio.
Nuevos lenguajes siempre aplazados, desorientación
que investiga células y noches profundas. Y en el método,
mi espíritu que renace abolido e insatisfecho. Es un émbolo
delirante lo que acucia con templo erosionado, tras la belleza
parpadeante de una victoria que implica alas y ocultaciones marítimas.
Mas, ya no están las poéticas para sobresalir o destacar. Se anudan
o trenzan sus símbolos entre nubes ocasionales, que resisten
sobre praderas siempre altivas y vitales. Debemos
ser parciales en la fronda, en la selva, magnánimos:
observemos, cómo de la virtual dureza irreemplazable, surge
el águila de los pozos.19/06/16©

Puedo interpretar estos versos a la luz del acto creativo. Escribir es, también, a su modo, un viaje sentimental. Y de ese pozo surgen el arte y la belleza. Buenas y originales metáforas nos dejas.

Un abrazo.

Hola y gracias Óscar: recuerdo no exactamente una cita de un poeta que me atrajo hace algún tiempo, se trata de Dylan Thomas, pero sí una frase que sugiere hasta qué punto es vasto el territorio de la escritura y el de la poesía en particular; decía así, en una entrevista a un periódico creo que local: '' de lo que me enamoré fue de las palabras'', y no concluía que era de la poesía o del amor o embrujo poético a lo que se aferraba, como escritor. Pues eso me sucede a mí, me sedujeron las palabras, inmediatamente. Gracias por tu opinión y un abrazo-.