Sobre desiertos-.

Déjame en ti aprender, venerar
al falso profeta, a la dictadura gigante,
al contubernio eficaz, al lenguaje libre
y salvaje, que persigue números y cifras
estridentes. Sí, ofréceme la mano capciosa,
la aritmética correspondiente, el sollozo perpendicular,
y la sonora respuesta bofetada. Los perros,
toman la flor. La sangre, responde iracunda.
Se salva el ahogado, por métodos inapelables.
Pero yo quiero la monarquía del hambre,
el silencio del lobo, la estupidez inconcreta
del círculo sacado de contexto.
Déjame ofrecerte mis templos y osarios:
tu propia e íntima reclusión diserta sobre desiertos.
24/06/16©

Es un poema bastante críptico y difícil de desentrañar, pero eso no es un defecto, o yo no lo veo así. No le faltan imágenes potentes, de ésas que te salen con naturalidad.

Saludos.

Hola Óscar: sabes? Siempre tuve problemas para definir y esclarecer el significado profundo o íntimo, de mis propios poemas. Esto me traía de cabeza, literalmente. Mas luego empecé a percibir que la poesía sin misterio, o sin un halo enigmático, me resulta indiferente. Gracias y saludos-.