El pelo largo-.

Nunca sabré qué proyectos
cuajaron o cuáles no. Por
una sencilla razón, que no es
cuestionable: no resulta razonable
pensar en ello.



Si miro alrededor
contemplo la vieja
desidia de siempre,
molesta e indecorosa,
servirse de la copa
en que exagero con abundancia.
Está petrificada la rima,
igual que si no la sintiera.
O simplemente, de lejos la escuchara.


Oh si yo pudiera reír cómo antes,
cuánta sombra detestable desalojaría
de inmediato de mis alrededores y aledaños.
Mas no puedo, pues la leña está cortada
y la sonrisa tristemente cansada.

Nunca me preguntes
con interrogantes meritorios.
Hazlo con la nube de mosquitos
que siempre te ensombreció.
No en vano, recuerdo de ti siempre,
que no llevabas el pelo largo.

El final me ha gustado, pero el resto, no sé, lo encuentro menos imaginativo y elaborado de lo que es habitual en ti. Quizá es que me tienes acostumbrado a una abundancia de metáforas. No siempre se puede estar igual de inspirado.

Saludos.

Sí, Óscar, en ocasiones me gusta o me seduce la posibilidad de hacer poesía...sin apenas retórica. Aunque dudo de si es posible o no. Gracias por tu limpia evaluación, un saludo-.