Celda

Se duerme y sueña una vida
que se vuelve pesadilla
infame de la que no logra despertar
hasta morir

Y despierta
Y la cárcel sigue allí.

Así que vuelve a dormir.

Intentando soñar otra vida,
una que aún no esté perdida,
hasta morir.

Luego despierta,
el banco de madera se le ha clavado en la cadera
se da media vuelta
y vuelve a dormir.

Sueña ríos de sangre
y amores lascivos.

Sueña ternura,
sueña olvido.

Sueña una flor de pétalos marchitos,
sueña el abismo
y despierta.

Furiosa camina en la oscuridad,
pero al cabo rendida le vuelve el sueño
y vuelve a dormir para soñar
miles de vidas por venir.

Anáforas y tautologías para construir un lenguaje iterativo que evoca prisión y condena, y donde el sueño y la muerte forman el binomio indisoluble de la vida.

Saludos, Elsa.

Gracias Óscar. Saludos.

Elsa soy recién llegada voy haciendo
mis ''pinitos'' y he leído tu poema y tiene
una profundidad excelente.
Saludos

Ah dispensa me confundí al escribir tu nombre
ya lo he subsanado.

Gracias Violeta por tu comentario.