Los Alíenos Vinieron

Los Alíenos Vinieron

Un día, los alíenos vinieron por Diego

Vinieron la primera vez
por su madre

Diego lo sabía

Porque un día su madre
estaba con él, y entonces…

Los alíenos

Diego los había escuchado
Vio su astronave

Su buque grande,
plateado, y luminoso

Solo por unos minutos
Apareció en el cielo

Entre estrellas, nubes,
y la luna escueta

Y inmediatamente
había sentido su madre salió,

de su apartamento pequeño

Nunca volvió
Diego tenía solo quince años

Su padre, aquel Satán,
ya había salido por siempre,

y su madre lloraba
todos los días

Ella no podía ver
que no fue su culpa

Cuando el padre de Diego
salió, tomó también su pago

Como su madre a menudo
decía a Diego, no podían vivir así

Y lo sabía

Sabía que los alíenos
lo habían hecho

Intentaban también
a hablar con él

Envían las voces extranjeras
a Diego, todos los días

“Tenemos tu mama,”
le dijeron, mientras se sentaba

en el hospital, en el cual
fue encarcelado, después del secuestro

“Y no puedes hacer nada,
porque controlamos también este ‘hospital’

Entonces, para a decir
la verdad, que secuestramos

tu mama, porque fue especial,
y queríamos experimentar con ella

No hay ningún beneficio
en la resistencia”

Y Diego gritaba, y lloraba,
y no hablaba ninguna palabra

a nadie por muchos meses,
más nunca se rindió

En cambio, resistía
a todos los operadores del hospital

Les escupía, les gritaba,
y les decía la verdad

Y ahora
Ahora, los alíenos venían

Diego podía ver su astronave
en la ventana de su habitación

Su habitación pequeña,
limpia, fría

Diego pensaba en su madre
Pensaba en su voz dulce

Pensaba en las tartas
que siempre cocinaba,

aunque no podía pagar
por muchos ingredientes

Pensaba en su amor por él

No era de extrañar
que vinieron por ella

Y Diego empezó
a llorar, llorar, llorar,

mientras la astronave
le miraba y brillaba,

un ojo gigante de
un Dios pervertido

Poema surrealista que me ha gustado.

Gracias, Amalia. Me gusto' recibir tus palabras. Un abrazo, Ollie.