PESADILLAS

Terribles pesadillas, de noche mi cabeza pueblan
Que me arrastran al oscuro, de sombras habitado
Seres difuminados y deformes que la piel me erizan
Materia inerte y andrajosas reliquias del pasado.

Paramos desolados, sin cielo que los ilumine
De dudoso horizonte y embarrada negra tierra
Tenebrosos caminos, sin humanos que los camine
Naturaleza muerta, como campo sembrado de guerra.

Devastadas ciudades de abatidas casas y vida ausente
Ante mí se muestran, surgiendo traslucidas del abismo
Marchito entorno sobrecogedor, triste y demente
De irrespirable aire denso, cargado de fatalismo.

Un cruce de caminos, que en su quietud espera
Mi pausada llegada, para conocer mi destino
A mi sutil pensamiento le vale cualquiera
De rutas dispares y lejanos rumbos, ando peregrino.

Siento que a mi paso el camino se desvanece
La tierra que piso en polvo se transforma
El horizonte a mi vista cercano, desaparece
Las sombras adyacentes van cobrando forma.

La naturaleza se presenta, a mis ojos moribunda
Mortecinos arboles rodeados de mortecinas yerbas
Ríos de agrietado lodo, agua baldía y sequia profunda
De tierra sin color ni vida, las piedras son siervas.

Escuálidos animales de caduca vida extrema
Abocados por destino a guadaña de la Parca
Cielos de aire enrarecido, color blasfemia
Visten de negro la asolada comarca.

Del sueño despierto, tiritando envuelto en sudor frio
Con la sensación que algo conmigo vino del otro lado
Que me persigue y al oído me susurra el anuncio
Que la noche acecha y vuelvo a mi infierno destinado.