Ay La Azucena Florida

Vagando el día a las sombras
vaga Azucena hacia allá
donde su filo la vida,
garganta a voz entreabierta,
guarda escondido un puñal.
La luna de rostro triste
no la puede avisar,
girones de almas negras
la ocultan haciendo callar.

Ay la Azucena florida
vagando a las sombras va.

Un niño pasa corriendo
sonando el hierro al pasar,
un perro ladra a lo lejos
y el río en silencio va
a cruzarse con dos vidas
una abundante de amar
otra de seco afectar
que se emboza cual Guadiana
bajo arco al caminar.

Ay la Azucena florida
vagando a las sombras va.

Una señora enlutada
llora ante el pozo al cruzar
y hasta las cruces parecen
campanas de muerte al pasar.
Una niña le pregunta:
-¿Azucena, adónde vas?
Pero su cara era muda
cuando la miró al pasar
por el cierzo a resguardar.

Ay la Azucena florida
vagando a las sombras va.

Allá en cascada caen cosos
que se la quieren llevar
atrayendo sus andares
mostrando al recuerdo pan,
morada de amante, lumbre,
cercana, pero ella está
pensando por sus amores
con cual se quiere quedar.
¿Ama el viento deshojar?

Ay la Azucena florida
vagando a las sombras va.

Antes de la media noche
antes de la media dar
antes de la hora nona
¿Azucena, adónde vas?
La plaza luego le pide:
-Ven a otra orilla a cruzar;
pero el puente con sus hierros
a ella la vuelve a asustar.
¡Azucena!... quiere la luna avisar

Ay la Azucena florida
vagando a las sombras va

-Por estas calles oscuras
no deberías pasar-
un rayo de luna escapa
a su mirada implorar;
pero hoy la calle Alonso
guarda otra quinta de amar
y allá que del parque llega
rugido de fiero penar
y el chirrido de un portal.

Ay la Azucena florida
vagando a las sombras va

- No sé qué tiene Sevilla
- Ni el Tormes al vadear
van susurrando dos viejos
que no la ven al pasar;
los rostros de esos mayores
no son final de llegar,
y las murallas heridas
no te podrán cobijar.
Asalto guarda un puñal.

Ay la Azucena florida
vagando a las sombras va.

El respirar que se encoge,
y el Moncayo que no está,
la noche que se oscurece
“Ay de papá y de mamá”
presagia el viento lunar.
El verde cual esperanza
tras Bruil a otro puente cruzar.
Pero un respirar en calma
plata de muerte en umbral.

Ay la Azucena florida
vagando a las sombras va.

A eso de la hora nona
sonaron nueve tonás,
y como nueve las horas
nueve ríos caen allá.
Tras un abrazo que amarra
cual campanario al tirar,
ojos maullados,... de almohada
las paredes grises ¡ay,...
languidecen sin llorar.

Ay la Azucena florida
vagando a las sombras va.

Al despuntar la mañana
el sol no te va a encontrar.
Y cuando vuelva la luna,
a las guitarras a hablar,
lamentos de no tenerte
harán al río sonar
a la orilla de la noche
llorándote al rasgar
una morena bailando
y dos gargantas penar:

Ay la Azucena florida
vagando a las sombras va.

Gracias Amalia por tus palabras y por haberte detenido a leerme. Un abrazo.
Y a vosotros, Catalina y MIGUELPOE por los me gusta.