Carta a mi amada

Nunca imaginé palpar el cielo antes de dejar este mundano mundo atrás,
mas hace cinco años ya desde que bajaste el cielo a la tierra y lo hiciste mi hogar.
Podrías ser cielo pues en tu suave piel escondes las constelaciones que tantos buscan, y que yo encuentro.
O porque no sé si la infinidad se encuentra ahí arriba, o en tus castaños ojos.
O también porque la paz y tranquilidad del vacío espacial se asemeja a aquellas que me transmiten tus caricias.
O quizás porque solo tu bonita sonrisa convierte el caos en cosmos.

Y cierto es que eso tan imponente que nos mira desde lo mas alto es de una magnitud inmensa,
pero que me va a hablar a mí de inmensidades si descubrí el amor en ti.

La vida no se entiende plenamente sin amor, y el amor no se entiende plenamente si no es contigo;
y yo, dichosamente, he amado y he vivido.
Vivo por ti, y por tus cálidos latidos.
Por el roce de tus manos, y tus susurros en mi oído.
Por el lunar de tus labios, por tus abrazos de abrigo.
Por el brillo de tus ojos cuando miras a los míos.
Vivo porque te amo, y te amo porque vivo.

Sublimes y bellos versos.

Un abrazo Pablo.

Preciosa carta a tu amada, gracias por expresar tu amor verdadero y incondicional del cuál me has hecho sentirme identificada, Ojalá el tuyo sea libre, el mío es clandestino pero se siente de la misma forma y es maravilloso, aunque lo que tiene de maravilloso lo tiene también de duro.
Hay que tener coraje y ser valiente para apostar por amor y cuando sientes de la misma forma que expresas, solo ocurre una vez en la vida, hay personas que merecen nuestra herida.