NO VALEN LA PENA

Sin avisar llega la inspiración,
tu yo interior reclama una conversación,
tú corazón y tú alma quieren de tu emoción.
Tu mente apoderada de razón.
No todo puede ser alegría o diversión;
pocos valientes se dan cuenta de la lección:
siempre se puede hacer mejor, todo pasa por una razón.

Del error y del dolor sale tu peor o mejor versión.
Muchos cobardes viven en modo avión,
sin ser ejemplo de ello y solo para sentirse mejor.
Cuando cometes un error, entran en acción.

Sin preguntar, te critican, recordándote tu mala decisión,
desvalorizando tu emoción, dan su opinión,
como si fuera tan fácil encontrar la solución o dejar de sentir dolor.
¿Vas de maestro, sin ser ejemplo, profesor?

Yo tengo mi propio libro de instrucción.
Desisto de ser esclavo de manipulación,
practicar el arte de la seducción.
Sin preguntarte cómo te sientes, vienen a darte lecciones.

Qué poca consideración; no tienes mi admiración.
Te daré la razón: no quiero perder el tiempo en una discusión.
Pretendes que acabemos a gritos, de mal humor,
por diferentes puntos de opinión.

El único culpable soy yo,
si te hiciera más caso a ti que al televisor.
Prefiero ver Gran Hermano que seguir con semejante conversación.

Adiós.

Gracias a todos por leerme