OBSERVANDO

Es cierto lo reconozco. Soy un mirón confeso
me gusta observar a la gente, discretamente
en una terraza o en un banco del parque, me embeleso
mil preguntas a mi cabeza llegan, un gesto o una cara es suficiente.

Para responder con mil respuestas, a la incógnita que me planteo
imagino ¿dónde va ese hombre? parece que tiene prisa, llega tarde
o aquella madre que de repente llega, como de futbol espontaneo
haciendo aspavientos y gesticulando a un niño ”llevo una hora buscándote”.

O esa pareja joven, que recién han descubierto el amor y tienen esa mirada
me fijo también en otra pareja, bastante mayor ,que cogidos van de la mano
lo que me enternece y pienso llevan toda una vida juntos, ella a el destinada
una chica que sale a correr temprano, para luego ir al trabajo, es algo cotidiano.

Ancianos sentados en un banco hablando, como está la vida, era mejor lo de antes
niños en columpios y toboganes jugando, la mirada y hasta el mundo
Se detiene, admirando lo cercano.
Gentes que van a su vida o de ella vuelven.