Ya no me hechizan esas gotas

Ya no me tientan esas burbujas doradas
tan endemoniadas, ellas bailan frenéticamente
subiendo y bajando revoltosas mezclándose
dentro de la copa.
Suben al borde y chispeantes siguen su
ritmo adelante, yo me las miro en silencio,
ya no me acerco a los labios sus frescas gotas,
pues si lo hiciera sentiría que me queman
por dentro esos diablos color oro helado.
Quizás algún día sienta deseos de que me
hechizen de nuevo pero sin tenerte a mi lado no
me apetece levantar la copa y brindar yo sola.
Helada y alta brilla hermosa y majestuosa, ella
espera que me la lleve a la boca, pero será
en vano, esa helada y espumosa bebida
por ahora no me intimida, ni siento deseos
de probar ni una sola gota, aunque baile ese
baile dorado frente a mis ojos, para tentarme y
y hacer que beba, pero no lo logra.