La Iconodulia del fa sostenido.

El grito que atraviesa la ciudad
Retumba y tiembla, empapa.
Y nadie alcanza la toalla.
¡Allí nadie la alcanza!

Reminiscencias de un viejo tabernero
Lisiado, sin aliento, sin tabaco.
Y ellos son quienes olvidan.
¡Allí todos olvidan!

Es el gran mago siamés
Quien finalmente retrocede y
deja ver los insectos bajo la piel.
¡Milagrosos insectos intramusculares!

Y todo se da vuelta otra vez.
¿Es eso realmente posible?
¿Debo asumir que no lo ves?
¡Nadie lo ve!

Cruza hasta este lado de la isla
Como un chocolate tóxico,
Endulza, balbucea, y mata al fin.
¡Cruza la brecha!

Los suyos quiero morder.
A su merced, quede sin ver,
Quiero volver y dejar caer el pétalo aquí.
¡Donde más sino!

Me adelanto para disonar
No huyó ni temo a mi musa fetal,
Ese es el grito retumbando a la ciudad.
¡Estoy tan incorrecto soy al fin!

Pirata que persigue y reversiona
El lago icónico interior.
Lame el musgo, visionario bimestral.
¡Si yo fuera vos, haría mucho más!

Quedo impactada, es un poema original, fuerte, esa musa fetal me ha entrado de pleno y he oído los gritos que me llegan desde la otra parte lejana de la ciudad.
Gracias por tantas sensaciones.
Saludos.

Muchas gracias violeta. Empezaba a creer que esos gritos no llegaban a nadie.
Saludos.

Poeta si llegan y profundos laceran
Merci por responder.

Gran poema, en mi humilde opinión, lleno de resonancias homéricas, parece un viaje al averno con todas las letras. Un saludo Acero!

Muchas gracias Bienve. Disfruto mucho de tus poemas, perdón si aveces no me tomo el tiempo de comentarlos.