Bastet

BASTET

He velado las noches azules
de Luxor, y los delirios de absenta
en Montmartre. Como carne
y sombra, habité los palacios
de mármoles incendiados
o los escombros pestilentes
de tantas guerras, pero siempre
(ajena al hombre y su circunstancia),
fiel a los discursos escuchados
al anciano Zenón en Citio.

Mis descendientes guardan
tras sus ojos hipnóticos
memoria de su divina estirpe;
también ése que, cómodamente
instalado en el rincón de la mesa,
observa en silencio al que esto escribe;

No sabe la mano distraída
que roza el lomo de su gato,
que una diosa es quién acepta
la caricia, como ofrenda
de un simple devoto más.

Es un gran poema para volver a él y disfrutar. Tiene un halo místico que sería descriptivo y revelador del universo sensorial del autor si fuera el primer poema que se lee.

Saludos.

Mitología y misterios arcanos. Probablemente sea éste el poema con una atmósfera más seductora de los que te he leído. También haces gala de tu cultura. Me gustan los poemas con referencias culturales y mitológicas, algo que casi se da por sentado en un poeta, pero no siempre es así.

El título, por cierto, muy revelador. No defrauda.

Aquí te sobra la tilde:

"que una diosa es quién acepta"

Saludos, Pablo.

Muchas gracias a ambos por estos comentarios. La tilde es de las que se van de vez en cuando solas,sin atender al sentidoque les da la RAE