Arquitectura orgánica

Todo empieza con un zureo torcaz
o una caricia levantisca en la orilla de los muslos.
El pulso se acelera, el vientre se contrae,
los ojos cintilan y solfean las pestañas
como golondrinas un domingo de carnaval.
Pronto una soflama enardece la oratoria
de los cuerpos desnudos y abrigados
por la noche celestina. Enhiestas,
las lenguas tiemblan como gelatina
en la arquitectura orgánica del beso,
con la sismología de las pieles
zurcidas de sal y sol.
El cabello se hace bruma, y abruma
su fosca espesura de manglar.
Una tersa brisa perla de rocío
el cuello ambarino del heliotropo.
Un pie se eleva en el aire,
otro se abate, distante,
y pronto el beso deviene remolino de agua,
como la cabriola o la pirueta inverosímil de un

verso suelto

que redime la cadencia del poema.
Entonces, y sólo entonces,
los amantes pueden escandir sílabas
en los ríos de la mano
y domeñar el relámpago de su desnudez.

Hay un par de frases que, a mi modo de ver, descolocan. el "sal y sol" y ese "bruma y abruma". Demasiado fáciles para ti, que eres amante de las metáforas inteligentes. Saludos

Pablo Tormo Sales escribió:Hay un par de frases que, a mi modo de ver, descolocan. el "sal y sol" y ese "bruma y abruma". Demasiado fáciles para ti, que eres amante de las metáforas inteligentes. Saludos

Pues es algo totalmente buscado y deseado, figuras retóricas de tomo y lomo: paronomasia y poliptoton. De hecho, este verso (que no frase):

"El cabello se hace bruma, y abruma"

Es para mí el mejor de todo el poema.

Un tropo bien usado, como es el caso, nunca es fácil.

Saludos.

Como siempre admiro tu capacidad y tu facultad de poetizar suave o virulentamente. Un saludo-.

Bienve. escribió:Como siempre admiro tu capacidad y tu facultad de poetizar suave o virulentamente. Un saludo-.

Gracias, Bienve. Sí, éstos son mis poemas amorosos/románticos. También me gusta el género.

Saludos.

Recupero este poema.