La travesía

LA TRAVESIA

A este otoño lo anuncia
un viento de laúdes, semper dolens;
en los caminos brotan de nuevo
hojas muertas y hasta el mar muestra
la piel oscura y sucia, como de fruta agostada.

Es hora de guardar los recuerdos azules
pues ya se aprestan los leños al sacrificio
de la pira, ante los ojos rendidos
al frío inmóvil de la nieve.

Comenzará entonces la irremediable
travesía de aguas infecundas,
donde ninguna señal se reconoce
y el miedo al fin se manifiesta.

Luego, en el silencio del transito,
intangibles presencias celebrarán
la llegada de los nuevos fulgores;
Tras el tiempo de la angustia
se abren paso en el aire los cantos
que las rosas ofrecen siempre en primavera
a la luz recién nacida para que tu, de nuevo
encendido, puedas ver el desfile presuroso
del agua en rios y fuentes, el triunfo de las ramas
en los claustros o los juegos de los caballos
en las praderas de la luna.

Bonito poema. Me gusta especialmente la evocación de de la última estrofa.
Me ha traído las odas de Wordsworth, especialmente "Insinuaciones de Inmortalidad".
Compartes su saudade y su gloria entre las flores.

Gracias Ulises. Es un honor que el poema haya traido a tu presencia a Wordsworth. Hace tiempo añadí la referencia a otro inglés inmortal, John Dowland