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Desde hace demasiados días oigo el chirrido atroz.
lanzando chispas frías; el lúgubre aroma
de flores dedicadas acompaña el paso
del oscuro sayón con su guadaña a cuestas:
acero rojo, sangre herrumbrosa;
He cerrado luego la ventana
y la calle quedó temblando, sin luz.
Un viento mórbido, un reptil inopinado
anida en el corazón, un silencio nuevo y terrible
ha devorado todas las palabras que bastaban
para enfrentar el paso de los días.
Tengo un mantel limpio y vino en la mesa
por si el dolor nuevo, desnudo, sin causa,
ese dolor que es huella del mal y se abre paso
en la memoria como un hecho trágico,
como el gusano que tiene que matar para vivir,
quisiera hace alto esta noche en casa y cambiar
impresiones sobre Isidore Ducasse, aquél conde
que tanto parece conocer.
Dibujadas en el contraluz de los visillos,
silenciosamente sonoras en el piano mudo,
las huellas de antiguas desgracias se cubrieron
con polvo sucio de años y olvido hasta perder su aura
de maldición. Los niños volvieron a desparramar
sus risas en este salón, como los amantes sus caricias
y hasta alguna vez alguien escribió palabras que le valieran
contra un destino ciego o una secreta voluntad.
¿Quién podrá disuadirlo hoy, quien doblegar
tu inquebrantable obediencia? ¿No fue suficiente
la carga del hombre, solo por serlo? .
El miedo tiene dientes de cocodrilo y ojos sombríos,
nadie contempla ahora el incendio del río desde el puente,
la sombra de los álamos sobre su cabeza, la garza
surcando el fondo del lago, los saludos al sol de los caballos,
en esta primavera sobrecogida. Pero sabrás, si al fin llegas
revestido con las ropas de un designio, que un campo
de ataúdes no bastará para callar la esperanza.

Precioso poema Pablo. Con una mirada muy especial de ese jinete con guadaña. Y la certeza que como en "El Séptimo Sello", siempre podemos vencer a la muerte aunque sea siquiera en una partida de ajedrez.

Muchas gracias, amigo. Efectivamente, el poema quiere ser mi aportación a los tiempos que nos recorren, que esperemos pasen pronto, aunque dejará huella en generaciones.

Precioso no tengo palabras

Muchas gracias. Me alegro mucho que sea de tu agrado este tipo de poesía, tan distinto a la que tu escribes