Dos Mujeres y diez Cuervos

Éramos jóvenes, como nubes en árboles distantes
con sus voces ambiguas proclamando
dudas certeras, tormentas en los tacones soleados.

Tú, encallada décadas, en la tisis de una hermana desolada
y en amores con las maletas hechas.
Los días se te fugaban por los agujeros del espacio-tiempo,
pero se te hacía imposible percibir la nada y sus vastos argumentos.

En el ánfora que aún imaginabas llena, donde las pretéritas manos
habían tramado ríos puros y serenos,
el joker chapoteaba en partidas foráneas.
Y cuando el cuello dolorido no interrumpía las miradas,
ni de los puntos cardinales, sus secretos,
imaginabas, también, las manos desperdigando estrellas,
en aquellas noches tan impropias, cuando del juego con las damas se trataba.

Y el árbol de los peros seguía dándote cosechas.

A tres cucharas, diez cuervos en la mesa,
extraían los restos de la vida de aquellos caparazones verdes y olvidados.
Pero forjaban en nosotros el rictus del decapitado.
Regurgitaban, sin embargo, algunos días para mantenernos vivos
mientras graznaban sus canciones de Black Metal.

Las señoras, de visita, externaban el disgusto por mi afro
y mis ojos de asesino, pero dejaban
sus mejores voluntades para peores porvenires:
“Que cieguen al que nos ve por dentro.
Que a nuestros malos designios se doblegue…
A este cariño entrañable de los cuervos por los ojos”.

“Así se forja un ogro”, te decías, madre.
Cuando el camino es de caída, la gravedad despliega sus patíbulos,
los seres alados afinan puntería. Las flechas aciertan en las cuencas…
“Pero aún no te han sacado los sueños”, repetías.

Y llegó ella, a restaurar mi tiempo, tan a tiempo…
Y aunque en mis cristales no escuchaba sus gestiones,
llegó ella con los azares del árbol de la vida (yo lo creía seco).
Como un repiqueteo de pájaros
danzaba tras el vientre, en las semillas.
Germinaron así, los caminos que a los elegidos acontecen.
Germinaron las semillas de mostaza… Y ella, tan a tiempo.

Hola Boris!

Qué belleza de poema! No me atrevo a desentrañarlo en lo más mínimo: así, en su estado místico (al menos para este lector), es perfecto.

Eso si, me ha llegado al alma, parafraseando, que los días se cuelen por el espacio-tiempo mientras la Nada juzga imperturbable: a mi también me sucede.

UN SALUDO

Excelente poema, Boris. Me han gustado sobre todo las primeras estrofas. El inicio ya te atrapa y te invita a seguir leyendo. En ese sentido, los primeros versos están muy logrados, son ciertamente bellos.

Me ha llamado la atención esta imagen tan cinematográfica: "el joker chapoteaba".

Muy destacable me parece este verso suelto: "Y el árbol de los peros seguía dándote cosechas."

Volveré a él con más tiempo.

Saludos y enhorabuena.

Enhorabuena, Boris. Tu poema 'Dos mujeres y diez cuervos' ha sido elegido el mejor de la semana.

Hola Óscar. Me siento honrado por ver mi poema en los mejores de la semana. Muchas gracias y un abrazo.

Muy buen poema. Acertada elección. Un abrazo.

Muchas gracias Ramón por tu visita y comentario. Me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.