El vuelo de Ícaro

Entiende mi álgido grito, cerca de las nubes el sol calla.
La brisa llega triste, el albatros me mira desde su trono de aire
y yo aleteo en el mediodía como un pájaro feliz. ¿Adónde
la espuma y sus rizos en la corona del mar? La libertad
viaja en mis alas y no hay noche amarga en este vuelo infinito.
Sirenas con el oro en sus colas, nadando hacia el tumulto de los delfines,
floresta en las islas, relámpagos de luz en los puertos que voy surcando,
ágil, como un héroe inmortal. Pero era hombre y no era pájaro,
creí ser un dios, Apolo en su carro, sentid amigos la venganza alegre,
y yo, nómada sin quererlo caigo y caigo hasta oír el silencio del agua
en mis arterias.

Un poema muy apropiado para la temática del foro. Los mitos griegos siguen muy vigentes en nuestros días, y el vuelo de Ícaro se presta muy bien a la forma de vivir que tienen muchos.

Saludos, Ramón.

Entiende mi álgido grito, cerca de las nubes el sol calla.
La brisa llega triste, el albatros me mira desde su trono de aire
y yo aleteo en el mediodía como un pájaro feliz. ¿Adónde
la espuma y sus rizos en la corona del mar? La libertad
viaja en mis alas y no hay noche amarga en este vuelo infinito.
Sirenas con el oro en sus colas, nadando hacia el tumulto de los delfines,
floresta en las islas, relámpagos de luz en los puertos que voy surcando,
ágil, como un héroe inmortal. Pero era hombre y no era pájaro,
creí ser un dios, Apolo en su carro, sentid amigos la venganza alegre,
y yo, nómada sin quererlo caigo y caigo hasta oír el silencio del agua
en mis arterias.

El hombre siempre ha querido volar muy alto olvidando que sus pies son de barro, a veces en los recuerdos se nos va la vida

Hola poeta!

La mitología, sobre todo la helénica, es uno de mis temas favoritos desde renacuajo y no he resistido la tentación de entrar al tema y leer tu poema

Lo cierto es que, como Icaro antes de quemarse, tu obra se me antoja fresca y vibrante (como diría Gordon Ramsay, jeje).

Un estupendo poema que capta la locura y futilidad del individuo de la especie humana: no sabemos que hay, no lo sabemos todo, pero así y todo nos arriesgamos (lo cierto es que, o bien somos temerarios o bien tenemos coraje: supongo que depende del punto de vista)

UN SALUDO

Ramón. Siempre un gusto leerte. Cuántas veces emprendemos el vuelo y cuántas veces caemos. La edad nos va enseñando cuándo, cómo y a qué altura. Ojalá que la experiencia no nos queme. Eso sí, tu pluma si está hecha para las alturas. Un abrazo.

Óscar Bartolomé Poy escribió:Un poema muy apropiado para la temática del foro. Los mitos griegos siguen muy vigentes en nuestros días, y el vuelo de Ícaro se presta muy bien a la forma de vivir que tienen muchos.

Saludos, Ramón.

Gracias, Óscar, por leer y dejar tu comentario. Un abrazo.

Alejandro Guardiola escribió:Entiende mi álgido grito, cerca de las nubes el sol calla.
La brisa llega triste, el albatros me mira desde su trono de aire
y yo aleteo en el mediodía como un pájaro feliz. ¿Adónde
la espuma y sus rizos en la corona del mar? La libertad
viaja en mis alas y no hay noche amarga en este vuelo infinito.
Sirenas con el oro en sus colas, nadando hacia el tumulto de los delfines,
floresta en las islas, relámpagos de luz en los puertos que voy surcando,
ágil, como un héroe inmortal. Pero era hombre y no era pájaro,
creí ser un dios, Apolo en su carro, sentid amigos la venganza alegre,
y yo, nómada sin quererlo caigo y caigo hasta oír el silencio del agua
en mis arterias.

El hombre siempre ha querido volar muy alto olvidando que sus pies son de barro, a veces en los recuerdos se nos va la vida

Gracias, Alejandro, por leer y comentar. Un abrazo.

Álvaro Llorens García escribió:Hola poeta!

La mitología, sobre todo la helénica, es uno de mis temas favoritos desde renacuajo y no he resistido la tentación de entrar al tema y leer tu poema

Lo cierto es que, como Icaro antes de quemarse, tu obra se me antoja fresca y vibrante (como diría Gordon Ramsay, jeje).

Un estupendo poema que capta la locura y futilidad del individuo de la especie humana: no sabemos que hay, no lo sabemos todo, pero así y todo nos arriesgamos (lo cierto es que, o bien somos temerarios o bien tenemos coraje: supongo que depende del punto de vista)

UN SALUDO

Gracias, Álvaro, por la lectura y el amable comentario. Un abrazo.

Boris Laniakea escribió:Ramón. Siempre un gusto leerte. Cuántas veces emprendemos el vuelo y cuántas veces caemos. La edad nos va enseñando cuándo, cómo y a qué altura. Ojalá que la experiencia no nos queme. Eso sí, tu pluma si está hecha para las alturas. Un abrazo.

Gracias, Boris, por tu amabilidad. Un abrazo, amigo.