Al final melancolia

Las viejas ideas que viven en el humo,
ahora están
luego mucho silencio
cosas perdidas, ternuras,
escudos y caricias.
Tan solo es melancolía,
un eterno poema silbando  entre los valles.
Tan solo un huerto y sus ventanas por donde escapan suspiros.
Es una melancolía tardía, llena de frío y obligaciones,
tal vez sea debilidad por amar y no ser capaz
porque a veces estoy triste y escribo,
leo y escribo y otra vez triste
el futuro de las flores ha llegado, el tiempo del olor y la luz.
Un viaje sin destino sin nombre, sin fecha
un viaje hacia nunca
hacia nada.
Veo en el horizonte,
el invierno inmenso
saliendo del hielo,
nubes, cielos,
hogares, un frio estertor de emociones.
Un viaje a la melancolía,
y una mariposa aletea
y un ruido de hierros nuevos,
escucho pero no veo.
Y estoy mirando
y solo oigo la tristeza
apenas gemidos,
de ojos vencidos
que no aguantan las miradas de las arañas
y las cartas mal dadas.
Y aquí estoy yo ante la vergüenza,
ante las cicatrices sordas.

"Y aquí estoy yo ante la vergüenza,
ante las cicatrices sordas"

No he llegado a conectar del todo con el poema, pero sí he disfrutado de algunas sinestesias que has dejado, como la de los últimos versos.

Saludos, Fernando.