Al final del camino

Empieza un largo camino,
desde hace días mi vida la arena,
por toda mochila mi pena,
por todo final mi destino.

Mi único amigo el desierto,
el sol golpeando mi cara,
la cabeza oscura, el alma clara,
no se si estoy vivo o muerto.

Los pies en carne viva,
mi cuerpo negando la verdad,
caminando solo por voluntad,
perdido en el mundo, a la deriva.

Ni siquiera se que estoy buscando,
cada paso el abismo,
el sol, la noche, siempre lo mismo,
por un mar de arena nadando.

Daría mi alma al mismo Belcebú,
por saber que estoy en lo cierto,
por saber que cuando acabe el desierto,
por saber que al final del camino estas tú.

Hermoso poema asonatado. Un gusto leerte.

Bellísimos versos.

Un abrazo losete

Evoca desesperación pero al mismo tiempo, esperanza.
Precioso

Muchas gracias!!! Efectivamente, era eso en lo que pensaba al escribirla.