A veces la vida no me da para vivirla

Nunca he sabido
por qué los cuentos infantiles
son tan terroríficos
o por qué en vida
no se nos pasa una
y luego, al morir,
se nos perdona todo,
hasta lo más ruin.

Nunca nadie me ha explicado
por qué en los semáforos
hay hombrecillos rojos y verdes
que caminan sin dar un solo paso
o por qué en invierno los cristales
se empañan de una música húmeda
tan parecida al amor.

A veces pienso que esta tristeza
es la promesa abuhardillada de una canción
que se resiste a hacerse lluvia
–dicen que las gotas de agua son idénticas
unas a otras, pero mientras caen no tienen color
ni forma y al caer hacen distinto ruido–
o de una calle enamorada de su soledad.

A veces se me hace tarde
para decirte lo pronto que te quiero, para decirte,
amor mío, si no hubiera un nunca o un mañana o un después,
siempre tendríamos este ahora para amarnos el ayer.

A veces, simplemente,
esta tristeza tuya se me hace tan mía
que la piel no me abriga ya los huesos
y la vida no me da para vivirla.

Me has recordado a Sabina:

"Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido"

Me ha gustado mucho el juego con el tiempo de la penúltima estrofa y, por supuesto, la última.
En cuanto a la primera, cuanta razón tienes. Parece una broma pesada que cuando uno muera se le empiece a valorar, será que los detractores de repente callan. No tiene sentido.

Un placer de lectura.

Saludos, Óscar.

Muy bueno el poema Óscar, el primero que leo en el foro.

Un cordial saludo.

Dalmar escribió:Muy bueno el poema Óscar, el primero que leo en el foro.

Un cordial saludo.

Celebro que te haya gustado, Dalmar. Me tomo como un privilegio que la primera lectura y comentario se lo hayas dedicado a mi poema.

Un abrazo.

M.G.Hernández escribió:Me has recordado a Sabina:

"Y la vida siguió, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido"

Me ha gustado mucho el juego con el tiempo de la penúltima estrofa y, por supuesto, la última.
En cuanto a la primera, cuanta razón tienes. Parece una broma pesada que cuando uno muera se le empiece a valorar, será que los detractores de repente callan. No tiene sentido.

Un placer de lectura.

Saludos, Óscar.

Pues no es Sabina uno de mis cantantes preferidos, precisamente, aunque se nota que es un apasionado de la poesía.

Los juegos temporales siempre me han gustado, y son muy frecuentes en mi poesía.

Lo que pasa es que incluso en la vida de los mayores asesinos o genocidas siempre habrá algún atisbo de humanidad. Alguien puede ordenar la ejecución de millones de vidas o matar a sangre fría y, al mismo tiempo, tratar a su madre, a su mujer o a su perro con el mayor de los cuidados. Así de contradictorios somos. Y bueno, luego influye mucho eso de que está feo hablar mal de los muertos. Claro que de ahí a ensalzar los méritos de cualquier rufián...

Saludos, Mariano.

Óscar Bartolomé Poy escribió:

Lo que pasa es que incluso en la vida de los mayores asesinos o genocidas siempre habrá algún atisbo de humanidad. Alguien puede ordenar la ejecución de millones de vidas o matar a sangre fría y, al mismo tiempo, tratar a su madre, a su mujer o a su perro con el mayor de los cuidados. Así de contradictorios somos. Y bueno, luego influye mucho eso de que está feo hablar mal de los muertos. Claro que de ahí a ensalzar los méritos de cualquier rufián...

Saludos, Mariano.

Está claro, Óscar, por ese lado también pasa lo mismo, se perdona todo y, como ya dije en lo de Breaking Bad, no se debe perdonar tan fácilmente, incluso no perdonar nunca. Si el pájaro fue malo, hay que cortarle las alas para que nunca llegue al cielo.

Saludos.

Muy bello poema Óscar, coincido con Mariano en señalar las dos últimas estrofas.
La estructura me encanta las dos primeras estrofas que explican los sinsentidos de esta vida, empiezan por nunca y las tres últimas, que explican más los sentimientos comienzan por A veces..., me parece muy sólido y cuidado. La estrofa final me ha encantado.

Abrazo grande, Óscar.

_María

María López escribió:Muy bello poema Óscar, coincido con Mariano en señalar las dos últimas estrofas.
La estructura me encanta las dos primeras estrofas que explican los sinsentidos de esta vida, empiezan por nunca y las tres últimas, que explican más los sentimientos comienzan por  A veces..., me parece muy sólido y cuidado. La estrofa final me ha encantado.

Abrazo grande, Óscar.

_María

Los nunca, los siempre y los a veces y los tal vez son muy poéticos, y se prestan, cómo no, al juego de los tiempos verbales. En un espíritu poético cabe tanto la hesitación como el imperativo categórico. Como me ocurre tantas veces (y seguro que no soy el único), todo el poema nace del último verso. A partir de él se construye todo. Es el arquitrabe.

Me alegro de que te haya gustado. Un fuerte abrazo, María.

Somos contradictorios, mucho. Podemos ser tan buenos teniendo los pensamientos más oscuros, como hacer daño buscando el bien, somos dicotomías impredecibles.

Nunca me había preguntado
"por qué en invierno los cristales
se empañan de una música húmeda
tan parecida al amor."
Pero he podido tocar esa imagen, es intensa, poética, preciosa.

Así como las gotas, somos todos parecidos en nuestras diferencias
"–dicen que las gotas de agua son idénticas
unas a otras, pero mientras caen no tienen color
ni forma y al caer hacen distinto ruido–"

El juego de tiempos es preciso hacia el final. Quizás son las últimas dos estrofas las que más me han gustado, aunque todo el poema es precioso.

Abrazos trísticos.

Marisol Galarza escribió:Somos contradictorios, mucho. Podemos ser tan buenos teniendo los pensamientos más oscuros, como hacer daño buscando el bien, somos dicotomías impredecibles.

Nunca me había preguntado
"por qué en invierno los cristales
se empañan de una música húmeda
tan parecida al amor."
Pero he podido tocar esa imagen, es intensa, poética, preciosa.

Así como las gotas, somos todos parecidos en nuestras diferencias
"–dicen que las gotas de agua son idénticas
unas a otras, pero mientras caen no tienen color
ni forma y al caer hacen distinto ruido–"

El juego de tiempos es preciso hacia el final. Quizás son las últimas dos estrofas las que más me han gustado, aunque todo el poema es precioso.

Abrazos trísticos.

Parece que las dos últimas estrofas son, en general, las mejor valoradas. No es de extrañar, pues son el eje del poema. Sin embargo, tú también has destacado otros versos que creo que no deberían pasar inadvertidos.

Un fuerte abrazo, Marisol

Recupero este poema.

Traigo de vuelta este poema.

Recupero este poema.