Te amo mi soledad...

Te amo mi soledad, porque me permites tomar el lápiz para escribir.
Te amo mi soledad, porque rodeas el sitio que parece vacío.
Te amo mi soledad, porque llenas el resto del espacio lleno.
Te amo mi soledad, porque me recuerdas olvidar el destino.
Te amo mi soledad, porque me encierras en la dicha pasada.
Te amo mi soledad, porque me das vida mientras voy muriendo cada día.
Te amo mi soledad, porque me acompañas donde los demás me abandonan.
Te amo mi soledad, porque guardas silencio cuando deseo escucharme.
Te amo mi soledad, porque me abrazas en mitad del hastío.
Te amo mi soledad, porque sonríes cada vez que me visitas.
Te amo mi soledad, porque tu sonrisa es perpetua.
Te amo mi soledad, porque tu guadaña afila mi lápiz.

Te amo mi soledad, porque nunca me dejas solo...

Lo he movido a Poesía, porque no se puede considerar Prosa Poética.

Es como una continuación de la anterior obra. Aunque la anáfora es una figura retórica que, por lo general, resta valor, al menos sí tiene más empaque como poema.

Saludos.

Lo cierto es que la soledad inspira al pensamiento y a la reflexión, así como a la meditación y toma de decisiones pero ojo con su exceso.... la verdad es que es buena consejera y los hombres solitarios son lobos pensantes. Gracias por compartir tu soledad.

Se nota que tienes sentimiento en lo que escribes. No obstante, al hilo de lo que comentaba Óscar, se me hace algo monótono por la estructura que tiene.

Aunque la anáfora es a la vista algo que puede calificarse de "simple", "monótona" y hasta "aburrida", es el reflejo de las actitudes del lector.
Hay diferencia si este mismo texto lo lee alguién con experiencia en declamación o alguien con experiencia de voceador.
Como ejercicio sugiero que lean todo el texto poniendo la anáfora al final de cada verso.
En lugar de leer: Te amo mi soledad, porque me permites tomar el lápiz para escribir.
Lean: porque me permites tomar el lápiz para escribir, te amo mi soledad.

Prueben y comenten luego si la anáfora gana variaciones.

Saludos.

Gran cierre. Un poema interesante y meritorio. Saludos.