Un racimo triste...

Un racimo triste se acurrucó en mi pecho
Como un manojo de muerte, de simiente
Se propagara sin rosas, a sombrearme,
Desprendiéndose de pétalos, descorazonando
La corola y el alma… subiendo su nudo mudo
A despoblar las palabras. Flotante navío tú
Acompañante te palpo; del polen de tus estambres
Vas así conmigo de lunes a viernes contando
Los días que van quedando.
Un racimo triste se acurrucó en mi pecho
Ácido de sinsabores, a sombrearme,
Y así a una línea tallando. Se me escapa del encuentro
Para al fin llegar desmaquillado, ay mudito rumor
Manojo a la muerte acercando, descorazonando
Tan cercanas tus palabras, que a dos gotas hoy se anclan
Jugueteando conmigo,
Un racimo triste se acurrucó, en mi pecho
Matutino, vespertino… asombrador sin amor
Entraña en texto cirílico. A mi mente susurró…
“Soy un regalo florido, que en ti, ay…
Relegándole al destino su fruto; descorazonando,
Las rosas voy apagando, de tal fulgor sombreando,
Jugueteando y quedando racimos de perlas tristes
Anclando sus siete rosas… ay, acurrucando
Del pecho voy agotando…
…Desde un ingenuo dolor”.
Un racimo triste se acurrucó, en mi pecho…
…y ahora morimos los dos.
Luego, fríos.
Yo, en manojo de muerte; ay, tú de simiente
Sin rumbo, despoblando mundos nudos…
…mudos rumores los dos.