VIEJO RECUERDO

La cabaña cubierta de hiedra
una vieja pizarra rota
y aquella fuente de piedra
donde nos dimos dos besos

Sus ojos de negra noche
su pelo color dorado
y su boquita de niña
de niña guapa y traviesa

Sus labios estaban abiertos
para todo cuanto le pidiera
pero su cuerpo de diosa
eso si me lo negara

La vi partir una tarde
con sus padres en el coche
la vi partir una tarde
que solo que me quedara

Esos viejos recuerdos que se convierten en poesía del corazón. Un gusto leerte poeta. Un abrazo a la distancia.

Hay amores que nunca pasan (es más, si es verdadero, jamás se olvida).

Me parece un trabajo muy sincero, hecho desde el corazón.

UN SALUDO, poeta

Quién pudiera regresar a aquellos años de niño amiga INGRID, un abrazo

Tienes razón BORIS, como olvidar el primer beso, aquel que se da cuando juegan dos niños, un abrazo

Gracias ÁLVARO, los viejos recuerdos siempre se mantienen vivos, un abrazo