La verdad de usar un dado

A veces cuando estoy a tu lado.
Me siento muy necesitado.
Y quiero lanzar un dado.
No cualquier dado, uno de veinte lados.
Porque no confío en mi capacidad de tomar decisiones.
Mejor se lo dejo al dado.
¿No lo sabías? Gracias a él estoy a tu lado.
Me descubriste, no soy yo a quien amas.
¡No soy yo! Es el dado, y la magia entre la matemática de la probabilidad y el amor.
Me siento tan devastado.
Toda mi vida junto a ti ha sido una mentira.
Utilicé un dado para probar que te merecía.
Es que yo soy un hombre tan callado.
¿Será por qué no estoy muy bien ilustrado?
Querida, perdóname, tú no me amas, tú en verdad amas al dado.
¡Y el dado te ama a ti!
Yo solo soy el puente entre su verdadero amor.
No puedo soportarlo más, es un sentimiento demoledor.
Créelo o no, el dado no soy yo.
La verdad por fin apareció.
Aunque me duela este proceso.
Tú y el dado forman un nexo.
Lo admito, soy muy cuerdo.
Por eso desde hoy me convierto en un recuerdo.
Como un viejo sabio consejo.
Da… Pero no permitas que te usen.
Ama… Pero no permitas que de tu corazón abusen.
Confía… Pero no seas más ingenuo.
Escucha… Pero no pierdas tu voz.
Y sobre todo…
Si en verdad buscas la felicidad de alguien.
Dile la verdad sobre el dado.
No tengas más cuidado.
Y olvida todo lo brindado.

“siempre se tú mismo porque si no eres original tarde o temprano te romperás como un cristal”
Bruno Bancroft Moore Cabrejos
12/12/2021