Los muertos hablan.

¡Escuchad! Los muertos hablan.
Ya nada puede quedarse enterrado
En los rincones más ocultos
De los que ya nunca se habla.

Desearía que se quedaran guardados
En mi pequeña caja.
En mi ataúd de piedra arrojados
Y que no puedan encontrar mi alma.

¡Escuchad! Los muertos hablan.
Los fantasmas del pasado
Ahora se han pronunciado
Y claman venganza.

Tienen sed de sangre.
Y con resentimiento y osadía
Alzan sus manos arriba,
Clamando porque haga mi parte.

Pero no quiero que esto sea así…
Que se levanten de la tumba
Sus miradas despiadadas
Y que vengan a por mí…

¡Escuchad! Los muertos hablan.
¿Y qué vienen a destruir esta vez?
Si lo que yace olvidado ya ha sido silenciad,
Ocultado tras la fina tela de un suspiro
Mientras mis paredes se destruyen.

¡Escuchad! Los muertos hablan.
Vienen a atormentarme mis fantasmas.
A mostrarme sus colmillos
Y esa sensación de frío
Que se clava en mi alma.

Ah… y eligen muy bien el momento,
Porque mi alma ahora llora.
Se desborda por completo,
Mientras mi sangre brilla como las más infernales llamas.

¡Escuchad! Los muertos hablan.
Sus susurros espectrales se clavan como dagas
Que quieren que les cuente mis secretos,
Mis más íntimos desvelos
En las noches sin estrellas.

Sus voces me rodean.
Rostros de tantos colores…
Se ciernen y me atrapan
Porque soy el único que las oye.

Y quiero correr,
Pero el suelo no me sostiene.

Quiero cerrar los ojos,
Pero hasta en mis sueños me persiguen.

Quiero cerrar los puños,
Quiero gritar al firmamento,
Quiero que vuelva el silencio,
Quiero olvidar lo que es la sangre.

¿Cómo luchar contra este oponente invisible?
Silencioso e inmarcesible
Que siempre me persigue
Y que mientras yo viva, siempre será invencible.

A veces pienso que he ganado distancia,
Pero mis fantasmas siempre me alcanzan.
Camuflados, tramando su jugada.
Planean en mi pecho su siguiente dentellada.

¿Cómo puedo huir?
¿Cómo puedo luchar?
Tantas noches en vela esperando su entramado plan.

¿Cómo puedo vivir?
¿Cómo lo puedo afrontar?
¿Cómo lo puedo esquivar?

Oh… supongo que hemos llegado a este punto.
A este callejón sin salida
Al que todo se remitía.
Hemos llegado al final.

No os tendré esperando más.
Haced de mí lo que debáis.
Yo os di nacimiento.
Yo os di sustento,
Y todo este tiempo que os he ocultado
Os habéis hecho demasiado fuertes para este carcelero.




Siento cómo sus garras me despedazan.
Cómo sus números destruyen mis paredes.
Cómo sus lenguas sorben mi sangre
Y sus miradas son de demasiados colores.

Vuelven los recuerdos a mi mente,
Y con un brillo púrpura amanece.
Mientras, yo me pregunto
Por qué en mis manos hay tanta sangre.

¡Escucha! Mis muertos hablan.
Y ya no puedo quedarme enterrado
En los rincones más ocultos
De los despojos de mi alma.

Desearía que no fuera así.
Quedarme en mi propia caja.
En mi ataúd de piedra
Y no tener que enfrentar mi alma.

¡Escucha! Un muerto habla.
Soy mi propio fantasma.
Me he pronunciado,
Y quiero venganza.