El amor eterno

En el siguiente verso me condeno,
me condeno a amarre sin distinción,
y al amarte corro y como alma peno
con dos silbidos en el corazón.

Será así esto del amor eterno,
de querer darte dos besos al amanecer,
me miras y cambio, soy un gato tierno
que podría dormirse a tu parecer.

Las luces de la calle lucen como lienzo,
los humos de la vida empiezan a aclarar,
vuelves a besarme tan dulce que pienso
que ninguna vida me puede alcanzar.

Para amarte basta con saber que existes
y que en algún sitio te tuesta el sol,
vienes tan deprisa que cuando te vistes
nunca me da tiempo de cambiar el rol.

Me hermoso poema rítmico y tierno. Un gusto leerte.

Saludos. Un placer recibirte por acá.